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El Pozo Mágico Parte 6

Naruto acarició con su hocico el brazo de Sakura tratando de reconfortarla.

—No llores Sakura, todo va a estar bien.

—No, nada va a estar bien —sollozó ella—. Sasuke se convertirá en serpiente, mis padres morirán, me quedaré sola, tal vez muera en este lugar porque no hay forma de que salga por mi cuenta. Soy una tonta, no debí venir, si me hubiera quedado en la aldea al menos hubiera estado en los últimos momentos con mis padres, pero ahora ellos morirán y yo no estaré a su lado.

Lloró, tenía las piernas recogidas, sus brazos sobre sus rodillas y su cabeza descansando sobre sus antebrazos. Su llanto fue lo único que se oyó durante varios minutos en el Bosque Sombrío, luego la voz de Naruto rompió ese hechizo lúgubre. 

—También perdí a mis padres, no sé que les pasó, desde que era un cachorro siempre estuve solo —la voz del zorro pequeño estaba quebrada de tristeza—. Y yo me sentí así hasta ahora, hasta que te conocí Sakura, por eso, voy a ayudarte todo lo que pueda. Tal vez no logremos conseguir el agua del Pozo Mágico pero me esforzaré para sacarte de este bosque, aunque no sea tan buen rastreador como Sasuke juró que te llevaré con tus padres.

Sakura sonrió, se limpió las lágrimas con el dorso de sus manos y abrazó a Naruto.

—Gracias, sin ti me sentiría más triste y sola, gracias a ti y Sasuke pude adentrarme más en el Bosque Sombrío.

—Sasuke es bueno guiando pero es un tonto arrogante —se quejó Naruto.

Sakura sonrió.

—Ustedes no deberían pelearse, creo que se parecen más de lo que creen.

—No es cierto.

—Sí lo es, ambos me ayudaron a pesar de que no me conocían, y estoy segura de que él también perdió a sus padres, notó esa soledad en ambos, así como también en mí y... —hizo una pausa, sus ojos se dilataron.

—¿Qué pasa Sakura? —preguntó Naruto viéndola a los ojos.

—También percibí soledad en el ogro que custodia el pozo. La soledad y tristeza que yo siento cada vez que pienso que mis padres morirán —apartó a Naruto y se puso de pie—. Vamos.

—¿A dónde?

—De nuevo al Pozo Mágico.

—Pero el ogro nos matará Sakura.

—Eso puede suceder, pero creo que puedo hablar con él, ¿me acompañaras?

—Claro Sakura, aunque creo que es una pésima idea.

Sakura sonrió un poco, suspiró pesadamente y fue de nuevo a la muralla de enredaderas. Ahora que sabía como abrir un boquete se tardó menos en hacerlo. Cruzaron y se acercaron al Pozo Mágico.

—¡Dije que se fueran! —bramó el chico bajito quien transformó su mano en una zarpa monstruosa.

—¿Por qué quieres el agua del Pozo Mágico? —cuestionó Sakura.

—Eso no te importa —el ogro la amenazó con su zarpa.

Naruto se tensó y se preparó para atacar. Sakura lo detuvo con una seña de su mano, respiró agitadamente y se acercó al ogro.

—¿Qué quieres curar? —volvió a preguntar, el ogro levantó su zarpa enorme y lanzo un ataque—. Yo quiero el agua para salvar a mis padres —exclamó Sakura, la garra monstruosa estaba a un segundo de aplastarla.

La zarpa se detuvo. 

—¿Tus padres?

—Sí —contestó Sakura con sus ojos llorosos al creer que iba a morir—. Mis padres tienen una enfermedad que no se puede curar, me dijeron que el agua del Pozo Mágico podrá hacerlo.