Fanfics Cortos

Lapis se ha enamorado (Steven Universe)

( Universo Alternativo / Humanos / Ambientación Moderna / Cafetería / LGBT )

Lapis era una joven de piel clara y cabellos pintados de azul que trabaja en una cafetería, y estaba hastiada con su vida. No había entrado a una carrera como correspondía a su edad porque no sabía a qué dedicarse, aceptó el trabajo en la cafetería solo para hacer algo pero eso no la llenaba en nada. Y la cereza podrida en el pastel de miseria de su vida era que Jasper, su ex, la primera y única novia que había tenido, la mujer que la hizo sentir como porquería durante tantos años en una relación codependiente donde se sentía en un pozo imposible de salir; la acosaba con llamadas y mensajes para que volvieran, prometiéndole que ya había cambiado y que ya nunca más le causaría daño.

Había momentos en los que deseaba volver con Jasper, a pesar de todo lo mal que vivió a su lado hubo destellos de amor verdadero. Por suerte, como Lapis se decía a sí misma, ya no era tan tonta como para volver a caer en eso.

Un martes, y lo recordaba bien porque los martes eran los días más aburridos ya que casi no tenía clientela; entró una chica bajita, de piel pálida y cabellos rubios erizados que formaban casi un triángulo, y le dijo:

—Buenos días, ¿puedes darme cuatro expresos por favor?

—Claro —respondió Lapis—. ¿Son solo para ti?

—Sí, necesito algo que me mantenga despierta hasta la tarde.

—No creo que eso sea sano.

—Solo será por este día, o tal vez toda la semana, será hasta que entregué mi proyecto.

—Te daré solo dos —dijo Lapis.

—¿Qué? ¡No! Solo dos ya no me hacen efecto, ¿qué clase de local es este que no hacen lo que el cliente pide? —exclamó la chica bajita con voz chillona y parecía que estaba a punto de arrancarse los cabellos.

—Ok, aquí tienes.

Dijo Lapis con molestia y le sirvió las cuatro tazas de expreso. La chica pagó, se bebió las cuatro tazas en menos de un minuto y luego se fue. Pasaron varios días antes de que volviera a entrar.

—Buenos días, am, yo —la chica rubia mostraba sus mejillas sonrojadas—. Lamento haberme comportado como lo hice hace unos días, estaba muy estresada.

—Está bien —respondió Lapis apáticamente—. No eres la primera que me trata de forma grosera ni tampoco fuiste la peor.

—¿Qué? Eso está muy mal.

La chica tomó asiento en uno de los bancos cerca de la barra. Lapis se encogió de hombros.

—Tal vez pero así es.

—Pues yo quiero disculparme por eso, am, soy Peridot, ¿y tú?

—Lapis.

—Oye Lapis, hoy quisiera una bebida dulce, ¿qué me recomiendas?

—El moca es de los más pedidos.

—Uno por favor.

Fue toda la conversación que tuvieron ese día pero desde ese momento Peridot comenzó a ir al menos una vez a la semana, muchas veces hasta tres. Lapis tardó en seguirle la conversación pero después descubrió que era agradable hablar con Peridot. La chica rubia y bajita tenía mil cosas que contar sobre su facultad de ingeniería o sobre las series que veía o sobre cualquier cosa que veía o leía, se maravillaba muy fácil. Cada semana decía que había encontrado su serie favorita para toda la vida. Eso a Lapis le divertía.