Aun siento tus manos en mis caderas, aún percibo ese calor eléctrico que recorre mi cuerpo cada vez que tocas mi alma, mi piel arde y está fascinada de sentir tu piel contra la mía, tu mano en mi corazón, y mis ojos hechizados por tu color café, tus labios dulces en mis mejillas sonrientes, mis manos en tu espalda uniéndonos en un abrazo lleno de amor y pasión, la noche tan fría y a la vez cálida, mis manos tiemblan, no puedo explicar esto, dices mi nombre y todo se detiene, has marcado mi alma con un simple 'te amo', ahora te llamo mío, tus sueños entrelazados con los míos, nuestros susurros mezclándose, creyendo en dioses falsos, vamos cruzando ciudades y pueblos con fe ciega, tú me miras como si fuera tu constelación favorita, podríamos escaparnos de este ruido infernal y terminar en un lugar donde solo se escuche el canto de los pájaros y nuestras respiraciones agitadas.
