Eres la eternidad pura, mi eternidad pura. No sé qué hice para encontrarte. Esta vez, la luna y las estrellas escucharon mis ruegos para poder hallarte. Estoy agradecida por todas las chicas que conociste; ellas te convirtieron en el hombre que eres. Todas las calles paralelas nos acercaron más. Mi corazón está dibujado alrededor de tu nombre. Ahora te muestro cómo me llamas cariño, y te enseño ese 'para siempre', con chistes y susurros secretos en mi oído. No hay nadie en casa, diecisiete años y lo sabemos todo; conocemos nuestro infinito. No nos vamos sin decir un adiós. Tus labios en mi mejilla, mi cara a un rubor rojo. Nunca solté tu mano al bailar; las teníamos atadas. Mi foto en tu billetera, mi corazón tan frágil, nunca lo dejas caer. Casi caigo al abismo, pero tú sostienes mis manos. ¿Cómo iba a saber que te encontraría en un lugar donde todo se vuelve mágico, donde las historias cobran vida, en una tierra mística? Ahora estoy cubierta de ti.