Ciento cincuenta y dos días de amor sin fin,
juntos, compartiendo el mismo latir, un solo camino.
Tu corazón sostiene el mío en un abrazo eterno,
desde que nuestras almas se encontraron en invierno.
En tus ojos encontré un universo de amor y luz,
cada día descubriendo secretos, en ti encuentro mi paz.
Tus palabras, tus susurros, son melodías en mi oído,
un concierto de amor, un lazo nunca perdido.
Mis manos en las tuyas, un baile de complicidad,
cada gesto, cada caricia, una historia de felicidad.
Eres dueño de mis pensamientos, mi ser te pertenece,
cada amanecer, cada anochecer, nuestro amor florece.
Ciento cincuenta y dos días y más, te amo sin medida,
en cada latido, en cada suspiro, eres mi vida.
