One Step Left/Un Paso a la Izquierda

Reconstrucción, una posible anulación y algo de light bondage

Realmente no sabía qué esperar. Mientras el Señor Oscuro yacía muerto, el shock y la sorpresa total querían mantenerme clavada en el suelo. Después de siete años de oír hablar de este monstruo, todo se acabó. Él estaba muerto.

La realidad debería haber llegado lentamente, lo suficiente como para poder manejarla, poco a poco. En cambio, fue un caos total. Caos instantáneo y absoluto.

La batalla no se reanudó simplemente; las dos partes intentaban masacrar todo lo demás por pura autoconservación. Los combatientes de ambos bandos estaban siendo acribillados mientras un arco iris de fuego mágico iluminaba el amanecer. Maleficios y maldiciones rebotaron entre sí, lo que provocó que muchos se desviaran de su camino original y no dejaran a nadie a salvo o en cubierto. Los centauros que habían intentado permanecer neutrales en esta guerra se pararon en el borde del Bosque Oscuro y fueron diezmados instantáneamente. El noventa por ciento restante corrió hacia el bosque, sólo para ser invadido por las acromántulas y los Dementores. Firenze sostuvo su cabeza avergonzado en la cabaña de Hagrid, como si hubiera visto venir este momento durante años. Después de todo, ¿había algo de adivinación en todo ese asunto?

"¡MUÉVELO!" Narcissa nos agarró a Draco y a mí por las muñecas y nos sacó del campo de batalla abierto. Draco había levantado un escudo y el enfermizo chapoteo de la magia ofensiva impactando nuestra barrera me hizo girar lo suficientemente rápido para ver a Bellatrix trepando de rodillas hacia su maestro caído, sus ojos traicionando la falta de cordura detrás de ellos.

"¡Accio Varita de Sauco!" Susurré, sabiendo que mi varita vendría hacia mí. La bruja demente lo vio volar hacia mis manos mientras se desaparecía. ¿Qué va a hacer con el cadáver? Mis ojos se dirigieron rápidamente a mi muñeca derecha, donde la marca se estaba desvaneciendo pero no desapareciendo. Tendré que compararla con la de Draco más adelante.

Los Gigantes y los Dementores parecían querer seguir luchando, pero estaban dispuestos a matar todo lo que se les pusiera delante. Las almas estaban siendo succionadas de lo que debieron ser las tropas de choque, ya que una buena cuarta parte de ellas se volvieron contra los Mortífagos que estaban detrás de ellos. Deben haber estado bajo el control del Señor Oscuro antes ...

La mano que me llevó a un lugar seguro se había soltado, y sólo cuando me giré para mirar noté los brazos de Narcissa abrazando fuertemente a su hijo. "¡Draco, estás bien! Vamos a sacarte de aquí..."

"No mamá, ¡hay gente inocente todavía aquí y sufriendo daño! Vamos a ayudar. Es lo que Hermione haría". El hechizo escudo de Draco colapsó cuando un hechizo errante rebotó en él. El rostro de Narcissa brilló de ira cuando lo tomó por su brazo vendado y lo alejó de la pelea aún más fuerte. Incluso mientras ella lo hacía perder el equilibrio, él levantó otro escudo mientras un mortífago enmascarado disparaba una granizada de aturdidores directamente hacia nosotros.

"Si ella quiere quedarse aquí como una estúpida Gryffindor y morir, ¡déjala!" Las palabras de Narcissa salieron instantáneamente y se dobló de dolor por la Compulsión. Un riachuelo de sangre salía lentamente de su nariz mientras se obligaba a incorporarse. "Lo siento, Hermione..." Merlín, ¿hay alguna manera de evitar que se lastime de esa manera?

Instintivamente, mi varita ya estaba lanzando el hechizo episkey sobre Narcissa mientras recorría visualmente el campo de batalla y encontraba objetivos hostiles para desactivar. Los ojos de mi esposa se entrecerraron cuando el hechizo hizo efecto, girando su varita con un movimiento que reconocí como el levicorpus. A lo lejos, vi a un Mortífago volar hacia una emboscada de Dementores que no tuvieron piedad mientras se alimentaban de su alma.

Mientras los tres estábamos uno al lado del otro, lanzando cualquier hechizo, maldición y maleficio para evitar que los Mortífagos y sus aliados nos masacraran a todos, una ráfaga de aire desplazado me hizo cosquillas en la nuca cuando el sonido revelador de fuego golpeó mis oídos. ¡Que me jodan, nos rodearon de dragones!