Capítulo ocho.

96 12 6
                                    

Otra semana más, otros premios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Otra semana más, otros premios.

Esta vez Kurt estaba sentado con su banda, riéndo ruidosamente y hablando de tonterías mientras sonreía a más no poder.

Axl simplemente observaba al rubio ser feliz.

Sus manos ya no temblaban, las ojeras habían disminuido en gran cantidad, su humor parecía mejor en todos los aspectos. Había recuperado algo de color en su cara. El pelirrojo notaba sus mejillas rosas por la risa y su piel con color sano debido a el sol de marzo.

La simple risa de Kurt podía iluminar la habitación entera.

Para Axl, el rubio era un reflector de luz constante que podía llenar una sala y hacer feliz a las personas con su sensibilidad. Un chico dulce, extraño a su manera pero encantador.

Hace una semana habían conseguido una rutina: el pelirrojo llamaba al rubio por teléfono algunas noches y cenaban mientras hablaban, o tal vez veían una película que era transmitida en un canal y la comentaban juntos. Charlaban por horas y fumaban al teléfono. Cuando finalmente Kurt estaba cansado Axl le deseaba buenas noches.

El pelirrojo sabía que el primer mes era crucial para la recuperación de una adicción, y estaba dispuesto a mantener ocupado a Cobain con cualquier cosa, independientemente se que fuera algo tan sencillo como una llamada de algunas horas.

Siguió mirando a Kurt con sus amigos. El rubio le había hablado horas de ellos.

El chico de pelo largo sonreía mientras fumaba y tiraba la colilla en el mantel elegante, mientras que el bajista bebía y tironeaba del pelo de Cobain mientras le hacía reír. Eran un buen equipo juntos, y Axl casi pudo sentir envidia de ellos.

Rose quería a su banda de vuelta.

Tenía a Duff y a Slash aún, pero lo que era su familia se destrozó poco a poco. Axl ya no sabía nada sobre Izzy ni Steven. Los compañeros que alguna vez llamó hermanos ahora ya no estaban, y nunca iban a regresar.

Cuando veía a Kurt disfrutar con sus amigos se sentía amargo, recordando cuando Guns N' Roses era una familia y no una empresa. Tragó fuerte, volviendo a fijar su mirada en el rubio, al que se le achinaban los ojos mientras le devolvía el tirón de pelo a Krist. Su humor mejoró de nuevo al ver a Kurt, olvidándose de su propia banda al mismo tiempo.

Sus ojos conectaron en la distancia, y Kurt sonrió tímido como forma de saludo. Axl hizo lo mismo, agitando la mano.

Dave, quien llevaba viendo la escena de miradas desde hace un buen rato suspiró.

Desde que se habían sentado, Rose no había apartado la mirada de su amigo, sonriéndo cuando hacía alguna tontería como un niño mirando a su primera novia en el colegio.

La jodida tensión cruzaba la sala de un extremo a otro, con el pelirrojo mirando atentamente cada cosa que Kurt hacía como si fuese lo más bonito o preciado del mundo, y con Kurt pareciendo un adolescente con las mejillas rojas al tener la atención de Axl sobre él.

𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐎𝐍𝐄 𝐂𝐈𝐆𝐀𝐑𝐑𝐄𝐓𝐓𝐄, Kurtaxl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora