Capítulo uno.

77 10 0
                                    

Los días pasaban de forma lenta para ambos vocalistas, que tan solo mataban el tiempo componiendo para sus bandas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días pasaban de forma lenta para ambos vocalistas, que tan solo mataban el tiempo componiendo para sus bandas.

Kurt, por su parte, tenía una guitarra clásica en su regazo e intentaba componer mientras sus manos temblaban.

El sabía que no podía hacerlo, no quería que la cuenta volviese a cero. Su cerebro pedía a gritos tan solo una gotas de heroína. Quería un pinchazo de nuevo, una última vez, pero no se lo podía permitir. Esa noche había premios y tenía que presentarse sobrio por mucho que eso le jodiera.

Suspiró colocando otros acordes en la guitarra, pero no sirvió de nada. Sus manos parecía gelatina por las ganas de alguna substancia a pesar de que eso lo matara lentamente.

Al otro lado de la ciudad, Axl se encontraba frente a su piano componiendo para el próximo disco, y a él sí que le estaba llendo bien.

Apoyaba su cabeza en la madera oscura, movía los dedos con una elegancia insultante mientras cada vez brotaban más y más opciones en su cabeza.

Acordes por allí y por allá, formando nuevas piezas que serían todo un éxito, pero Axl estaba triste de alguna u otra forma, delante de ese piano de roble en una casa que era demasiado grande solo para él. Una casa y una soledad que parecían estar dispuesta a consumirlo.

Kurt estaba en la barra de la fiesta con una cerveza en la mano, jugando con el mechero que Axl le había regalado un par de semanas atrás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kurt estaba en la barra de la fiesta con una cerveza en la mano, jugando con el mechero que Axl le había regalado un par de semanas atrás. Hacía cualquier cosa con tal de no pensar en lo mucho que sus venas pedían heroína.

Sentía su cabeza palpitar, su sangre circular demasiado rápido, sus ojos rojos por la incomodidad. El rubio pensó en lo muy fácil que sería ir hasta su casa y drogarse hasta perder el conocimiento, o tal vez morir.

Dave acariciaba su espalda suavemente intentando darle confort mientras charlaba con Krist, pero Kurt seguía en su mundo, alejado de todos o de todo, sintiéndose pequeño.

Su mirada viajó varias veces por la barra buscando algo que captara su atención, pero solo encontró a algunos productores y también a la ruidosa alineación de Guns N' Roses, que al menos tenía la decendia de no acercarse a él ni a sus amigos.

𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐎𝐍𝐄 𝐂𝐈𝐆𝐀𝐑𝐑𝐄𝐓𝐓𝐄, Kurtaxl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora