Coincidencia, una palabra interesante y que puede representar algo en distintas ocasiones, muchas personas creen en las coincidencias, yo no lo hacía, eso, en lo personal, era una boludes, para mí el mundo es simplemente una proporcion geográfica creada por alguien divino, más bien un ser divino, y solamente vivimos, existimos, siendo nosotros mismos, con nuestras peculiaridades y problemas, no tenía mucho significado para mí hasta que la viví en carne propia y ustedes pensarán ¿Qué está diciendo esta boluda? Tranquilos, déjenme ponerlos en contexto.
30 de septiembre del 2022 (Buenos aires, Argentina)
Me encontraba indagando y buscando en distintas páginas web vuelos de Argentina a España, primero porque es un lugar que siempre quise conocer, y segundo porque seguramente estaré rodando una película por esos lados.
En los años de secundaria el tema de las carreras y qué iba a hacer cuando terminaba de estudiar rondaban en mi cabeza, mis gustos son muy variados por lo tanto las carreras que tenía en mente no combinaban para nada entre sí, pero la que más resaltó entre tantas opciones fue la de actuación.
Esa magia que había detrás de cámaras, la adrenalina y la emoción de entrar en un nuevo personaje, en otra persona que puede que sea parecida con vos o no, tener que manejar distintas personalidades y compartir momentos con otras personas que tienen la misma pasión que vos, es lo más lindo.
La actuación en general tiene su lado bueno y malo, el lado bueno es que disfrutás, la pasás bien, te reís, llorás, absolutamente un remolino de ideas, emociones y todo, pero el lado malo son las pocas horas de descanso, si tu película tiene mucho éxito ya no podés salir a la calle como antes, el estrés de las cámaras a tal punto de sacarte una foto desprevenidamente cuando estás por entrar a tu casa, o cuando vas al supermercado con esas fachas de recién levantada.
Todo tiene su lado lindo y no tan lindo, pero hay que arriesgarse, ver qué onda, sin miedo al éxito como dicen, levantarte si fallás, disfrutar de las pequeñas cosas y ser felices, obvio que hay momentos malos, pero un solo momento bueno opaca el resto, y solo podés pensar en una cosa, disfrutar eso antes de que desaparezca.
Después de estar horas con el culo cuadrado de tanto estar en el sillón encontré un vuelo que salía mañana a la noche, así que lo pagué para tranquilizarme y tener guardado un asiento.
Tenía pensado preparar mi valija ahora, porque como soy una pajera seguramente mañana iba a armar mi bolso a las apuradas y como tardo un "poquito" probablemente perdería mi vuelo, pero como quiero vivir una vida de película quería estar organizada por lo menos una vez en mi vida, aunque eso se vió interrumpido por la lija que tenía (si sos de otro lugar, básicamente es tener hambre jsjs).
Apagué la computadora para guardarla en el cajón donde siempre estaba y caminé directo a la cocina con mi celular en mano buscando el contacto de Juani, mi mejor amigo desde que tengo uso de razón.
*Tono de llamada*
-¿Hola?- pregunta Juani con un tono de confusión.
-Soy yo boludo- dije riéndome levemente- la fama se te subió y ahora no me reconocés- lo jodí, ya que ahora había comenzado las grabaciones de una nueva película llamada "La sociedad de la nieve" o algo así me había dicho él.
-Ahh, sos vos boluda, pasa que los pibes me están jodiendo y cuando sentí que vibró el celu atendí al toque, ni ví quién me estaba llamando, cómo estás reina?- me dice sonando de alguna forma alegre.
-Re bienn juanette- nos cargábamos de esa forma porque éramos dos pibes que estaban colgados a TikTok y sus tendencias, no me juzguen, uno no sabe que hacer cuando está al pedo- no sabés boludoo, me voy para España, mañana sale mi vuelo- dije soltando un chillido de la emoción.
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Coincidencias// Enzo Vogrincic
RandomFlorencia Fernández, una chica de 20 años, bella, carismática y con muchísimas cualidades más, decide ir a España por un tiempo hasta terminar el rodaje de su futura película y también disfrutar junto a su mejor amigo, ella no creía para nada en las...