Immortal She - CHARLES LECLERC -+18

17

DOS DIAS DESPUES

Me encuentro sentado junto a la ventana del avión, observando cómo las nubes pasan velozmente. Siento un nudo en el estómago mientras mi mente divaga por los recuerdos recientes. Mis dedos se deslizan sobre la pantalla de mi teléfono, deteniéndose en el último mensaje que recibí de Carlos.

"¿Por qué te fuiste a Alemania?", esas simples palabras resuenan en mi mente como un eco persistente. La pregunta de Carlos me atormenta, pero sé que la respuesta es más complicada de lo que parece. Me fui a Alemania porque necesitaba alejarme de todo, de Annia, de George, de esta situación insostenible que parece consumirme.

Mis ojos se deslizan por la cabina del avión, buscando una distracción momentánea. Veo a la azafata pasar con una bandeja de comida, pero mi apetito se ha desvanecido hace mucho. Mis pensamientos están demasiado ocupados en Annia y George, en todo lo que podría estar sucediendo mientras estoy aquí, a miles de pies sobre el suelo.

Suspiro profundamente, sintiendo la tensión acumulada en mis hombros. No puedo evitar sentirme celoso de George, de su cercanía con Annia, de los momentos que comparten juntos. Es una sensación desgarradora, pero no puedo controlarla. Siento como si estuviera perdiendo a Annia, como si estuviera viendo cómo se me escapa de las manos.

El anuncio del capitán sobre el clima y la hora estimada de llegada apenas registra en mi mente. Mis pensamientos están demasiado ocupados en Annia, en cómo puedo recuperarla, en cómo puedo demostrarle que soy el adecuado para ella, a pesar de todo lo que ha pasado.

Guardo mi teléfono con frustración, sintiendo una mezcla de impotencia y determinación. No puedo permitir que George se interponga entre Annia y yo. Necesito encontrar una manera de recuperarla, de demostrarle que todavía estoy aquí, que todavía la amo con cada fibra de mi ser.

La ansiedad me consume mientras el avión continúa su viaje. No sé qué me deparará el futuro, pero una cosa es segura: haré todo lo posible por recuperar a Annia, cueste lo que cueste.

POV'Annia

Estábamos sentados en el jardín, rodeados de naturaleza y bajo el cálido sol de la tarde. George, Mick, Michael y yo estábamos inmersos en una animada discusión sobre los posibles nombres para el bebé que estaba por llegar.

-¿Qué te parece 'Lucas'?- sugirió George, con una sonrisa juguetona.

Michael rió suavemente. 

-Suena bien, pero creo que podemos encontrar algo más único-

Mick asintió, pensativo. 

-¿Qué tal 'Ethan'?-

-No lo sé, no termina de convencerme-, respondí, reflexionando sobre cada sugerencia.

Entonces, Mick pareció tener una idea repentina. 

-¿Qué les parece 'Jules'?-

El nombre resonó en el aire, y algo en mí se estremeció. 

-Jules...- murmuré, dejando que el nombre se asentara en mi mente.

Pero una preocupación se apoderó de mí. 

-No estoy segura... no estoy segura de si Charles lo querrá-

Mi hermano Michael, siempre optimista, intervino con seguridad. 

-Él querrá, lo sé. Es su hijo después de todo-

Sus palabras me llenaron de una extraña sensación de esperanza. 

-Sí, entonces será 'Jules'- confirmé, sintiendo una oleada de certeza en mi interior.

Entre sonrisas y emociones, el nombre fue aceptado por todos, uniendo nuestras esperanzas y sueños para el futuro de mi bebé. Era reconfortante saber que, a pesar de todo, podíamos encontrar momentos de alegría y unión en medio de la incertidumbre y los desafíos que enfrentábamos.