Immortal She - CHARLES LECLERC -+18

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Después de la qualy, George quedó furioso al quedar en el último lugar de la parrilla. Me tomó del brazo con brusquedad y me arrastró hacia el motorhome, con una expresión de rabia en su rostro.

-¡Maldición, Annia! ¡No puedo creer que haya ido tan mal!-, exclamó mientras me empujaba hacia el interior del motorhome.

Traté de calmarlo. -

George, tranquilo, las cosas no siempre salen como esperamos en las carreras-, intenté decir, pero él no parecía escucharme.

Me atrajo hacia él y me besó con intensidad, sus labios presionando los míos con fuerza. Mientras me separaba, su tono era autoritario

-Ve por Jules ahora mismo, y no quiero que te acerques a Charles. ¿Entendido?-

Asentí, sintiendo la presión de sus palabras, y salí apresuradamente del motorhome

Me dirijo hacia el garage de Ferrari, con paso firme pero con un nudo en el estómago. Sé que debo enfrentar esta situación, pero no es fácil. Al llegar, veo a Pascale junto a Jules, y decido dar el primer paso.

-Hola Pascale- digo con una sonrisa forzada. -Vengo por Jules.-

-Oh, por supuesto-, responde Pascale con amabilidad. -Te quiero felicitar, Jules es un niño encantador. Se nota que tiene una buena crianza.-

-Muchas gracias, Pascale-, respondo sinceramente, agradecida por sus palabras.

Pascale me abraza de repente y continúa

-Annia, lo vi todo. Tienes que ser una madre fuerte. Ni George ni Charles merecen que bajes la cabeza y te dejes. Así no fue como te crió tu padre.-

Asiento con pesar, sintiendo el peso de sus palabras. 

-No sé qué hacer- confieso.

-Eres una Häkkinen, y por lo visto llevas en la sangre a los Schumacher. Tú eres lo suficientemente fuerte como para que George y mi hijo hagan de ti lo que quieran-afirma Pascale con convicción.

Me siento algo reconfortada por sus palabras, aunque la incertidumbre sigue pesando en mi mente. 

-¿Puedo dejarte un momento más con Jules?-, pregunto finalmente.

Pascale asiente con una sonrisa y me deja un espacio. Me acerco a Jules, cuya mirada curiosa se posa en mí. Le sonrío, sintiendo un amor abrumador por él, y le doy un beso en la frente. "Te amo, Jules", susurro.

Me doy la vuelta, dejándolo en manos de Pascale por un momento más

Llego al motorhome de George con el corazón acelerado y los pensamientos revoloteando en mi mente. Sé que esta conversación no será fácil, pero es necesario.

George me recibe con una sonrisa, pero su pregunta corta el aire como un cuchillo afilado. 

-¿Y Jules?- pregunta, su tono impregnado de expectativa.

Respiro hondo antes de responder, tratando de mantener la calma. 

-George, no me voy a casar contigo-, digo con determinación.

Una risa sarcástica escapa de los labios de George, sus ojos centelleando con una mezcla de incredulidad y desdén. 

-¿Por qué? ¿Porque quieres irte a acostar con Charles?-responde con veneno en sus palabras.

Mis manos se tensan, pero respiro profundamente antes de responder. 

-¿Quién te crees, George? Sí, me acosté con Charles, pero tú sabías que aún lo amaba. Preferiste vivir en tu fantasía en lugar de enfrentar la realidad- digo, tratando de contener la ira que bulle dentro de mí.