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Llegamos a casa de mis padres, y desde el momento en que entramos, somos recibidos con cálidos abrazos y sonrisas. Mi madre se acerca a Jules con los brazos abiertos, expresando su asombro ante lo grande que está. 

-¡Mi amor, cómo estás! Mírate, ¡dios mío, eres un niño enorme!-, exclama mientras lo abraza con ternura.

Mientras tanto, Mika se aproxima a nosotros con una sonrisa acogedora. 

-Hola cielo... Hola, Charles-nos saluda con amabilidad.

Charles toma mi mano con firmeza, sabiendo que lo que vamos a decir cambiará las cosas para todos. 

-Tenemos algo que decirles-, anuncia, y los cuatro nos sentamos alrededor de la mesa de la sala.

Respiro profundamente antes de continuar. 

-Papás... Jules... queremos decirles que nos vamos a casar... este fin de semana-, anuncio con nerviosismo, mirando a mis padres esperando su reacción.

La expresión de mi madre se ilumina con alegría y emoción. 

-¡Oh, los felicito!- exclama, emocionada, mientras nos abraza a ambos.

Mika también se une a las felicitaciones. 

-Estoy muy feliz por ustedes-, dice con una sonrisa radiante, su mirada llena de afecto y apoyo.

Pero antes de que podamos disfrutar completamente del momento, siento la necesidad de revelar el otro gran cambio que se avecina. 

-Pero aún no ha terminado... estoy embarazada-, anuncio con un nudo en la garganta, sintiendo la ansiedad apoderarse de mí una vez más.

Jules grita emocionado al enterarse de que pronto tendrá un hermano, llenando la habitación con su alegría y entusiasmo. Mis padres nos felicitan nuevamente, abrazándonos con amor y celebrando la noticia con nosotros.

En medio de las felicitaciones y la alegría que llena la habitación, me siento abrumada por el amor y el apoyo de mi familia. 

Mi madre me abraza con fuerza, transmitiéndome su amor y orgullo. 

-Estoy muy feliz por ti, mi niña. Siempre estaremos aquí para ustedes, pase lo que pase-asegura con ternura.

Mika se une al abrazo, compartiendo su alegría. 

-Estoy emocionada de ser testigo de este nuevo comienzo para ustedes. Los amo mucho-, dice con sinceridad, sus ojos brillando con afecto.

Charles asiente con agradecimiento, expresando su propia gratitud. 

-Gracias por su apoyo. Significa mucho para nosotros-, dice con una sonrisa, su mirada llena de amor y determinación.


Las horas pasaban en la calidez del hogar familiar, conversando animadamente mientras Jules descansaba plácidamente en uno de los sofás. Mis padres y Charles intercambiaban anécdotas y risas, mientras yo compartía momentos especiales con ellos.

En medio de nuestra conversación, la puerta se abre de golpe, y la figura de Catalina entra sin previo aviso. La sorpresa y la indignación me inundan al verla, y sin pensar, dejo escapar las palabras que están ardiendo en mi interior. 

-¿Qué mierda hace ella aquí?-, exclamo, mi tono lleno de furia y desprecio.

Mi madre interviene rápidamente, tratando de calmar la situación. 

-Hija, nosotros hablamos con Catalina... regresó a Jules y quiere estar aquí en casa...- explica, su tono intentando ser conciliador.

Pero antes de que pueda procesar sus palabras, la ira se apodera de mí y sin escuchar más, me abalanzo hacia Catalina y la empujo fuera de la casa. En el jardín, le doy rienda suelta a mi furia, golpeando a Catalina mientras le grito con rabia desenfrenada. 

-¡Le hiciste daño a mi hijo!-acuso, mis puños golpeando con fuerza su cuerpo.

Catalina se defiende, tratando de justificarse. 

-No le hice nada- murmura débilmente, su voz apenas audible entre mis gritos llenos de furia.

Pero mis palabras brotan sin control, alimentadas por el amor y la protección hacia mi hijo. 

-¡Alejarlo de su madre, es la peor cosa! ¡Eres una mierda de ser humano!-, grito con todas mis fuerzas, cada palabra cargada de dolor y frustracion


Con cada golpe que lanzo, mi voz resuena en el aire cargada de ira y dolor. 

-¡Yo no te robé tu puta vida! ¡Tu vida ya era una mierda! ¡Ódiame, ódiame por vivir una mejor vida que tú, pero con mi hijo jamás, maldita, con ninguno de mis hijos!-, grito con furia desenfrenada, mis palabras llenas de un desgarrador desprecio hacia Catalina.

Charles y Mika intervienen, tratando de separarme de Catalina, pero mi furia no disminuye. Sigo golpeando con desesperación, alimentada por la necesidad de proteger a mi hijo y la amargura que siento hacia esta mujer que ha traído tanto dolor a nuestras vidas.

-Eres una maldita bruja- continúo gritando, cada palabra saliendo como un rugido desde lo más profundo de mi ser. -Espero que te mueras... no mereces nada-, lanzo, sintiendo que cada golpe es una liberación de la furia y el dolor que he guardado durante tanto tiempo.

Mis manos duelen, mi corazón late con fuerza y mi respiración está agitada por el esfuerzo

A pesar de los esfuerzos de Charles y Mika por separarnos, mi rabia sigue ardiendo como una llama descontrolada. Aun así, las palabras de Catalina me perforan el alma como dagas afiladas. 

-Mírame, maldita... Seré tu puta pesadilla- le digo con voz temblorosa pero llena de determinación. -Escúchame bien, te voy a arruinar, te voy a joder en cada cosa que hagas. Casi matas a Charles, te llevaste a mi hijo... Aun recuerdo el dolor que le hiciste pasar a nuestros padres-

Catalina, sintiéndose abrumada por mis palabras, se disculpa en medio de sollozos. 

-Annia, por favor... Perdóname-, implora, su voz llena de arrepentimiento y desesperación.

Pero mi corazón sigue endurecido por el sufrimiento que ha infligido a mi familia.

-Jamas , loca  de mierda -

Con esas palabras, me aparto de ella, sintiendo una mezcla de satisfacción y amargura en mi interior. Aunque mi ira no desaparece por completo, al menos he dejado en claro que no permitiré que Catalina vuelva a lastimar a quienes amo. 

Immortal She - CHARLES LECLERC -+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora