En un giro inesperado del destino, Cc Walker se ve convertida en vampiro sin la guía de un mentor, ya que su creador desaparece misteriosamente antes de poder enseñarle las reglas de su nueva existencia. Abandonada a suerte en un mundo nocturno y pl...
Solté un pequeño chiflido mientras el aire golpeaba mi rostro, subí mi pierna derecha a la patineta para poder ir un poco hacía el lado izquierdo de la calle.
Hoy es sábado, así que tendría el día libre ya que el entrenamiento fue cancelado porque ayer llovió y el pasto está horrible, así que en cuanto le mandé un mensaje a Cheryl para salir, ella aceptó, primero contacte a Ariana pero mi amiga saldría con su madre a un lugar, eso solo me dejaba con Cheryl porque mi hermano se fue a otro lugar con amigos suyos.
Debo admitir que siempre que veo la Villa que tiene como hogar Cheryl hacia que mis ojos se abrieran más de lo normal, aún recuerdo la primera vez que me hizo conocer su casa. Ella le llama Villa pero yo la llamo mansión.
¡Es enorme!
La entrada tiene un gran portal de rejas negras que actualmente está abierto, me incliné para levantar mi patineta y comencé a caminar por el pateó delantero, luego camine por la lateral izquierda donde hay un pequeño pasillo con azulejos de color blanco, al lado derecho hay una jardinera muy bien recortada y bastante verde.
La mansión que está delante de mi es preciosa, todo está muy bien pintado de un color blanco, las puertas de madera y grandes como los pequeños balcones del segundo piso están pintadas de un color caoba oscuro, casi todos los marcos terminan en forma de arco, sin contar que los techos han sido pintados de un gris muy oscuro.
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Nunca imaginé que Cheryl fuera de una familia billonaria, ella jamás ha sido una chica creída o como aquellas que son superficiales, al contrario. Ella es un chica demasiado linda, amable y divertida, por esa razón y otras tengo un crush con ella.
—¡Cheryl! ¡Ya llegué!—. Grité con una sonrisa en mi rostro.
Me gustaba ser escandalosa aunque siempre la ama de llaves me reprendía por ello, aunque estoy segura que me ama, si, así es.
—¡Cc!—. Fue el gritó que tuve de vuelta.
Cheryl abrió su puerta y salió para acercarse a mi y darme un fuerte abrazo provocando mi risa y que me picoteara un poco con mi propia patineta, después de un beso y cosquillas me aleje para verla mejor.
La pelirroja de ojos ámbar trae puesto uno short negro, botines de un color verde militar junto con blusón de manga larga del mismo tono que sus botines, además de tener unos lentes oscuros colocados en la parte superior de su cabeza, anillos en sus manos y una cadena delgada en su cuello. Ella siemplemente se ve... Hermosa.
—Te ves muy bien—. Dije con un pequeño sonrojo haciéndola reír.
—Pero tu no te quedas atrás—. Contestó con un pequeño guiño.
—Hago lo que puedo—.
Mordí brevemente mi labio inferior, notando que mi vestimenta es muy diferente a su estilo. El mío consta de unos jeans azul marino oscuro, unos converse color blancos, una blusa blanca de tirantes pero que está oculta gracias a que me había colocado una sudadera de color azul junto con un gorro del mismo tono con dos líneas blancas.
