En un giro inesperado del destino, Cc Walker se ve convertida en vampiro sin la guía de un mentor, ya que su creador desaparece misteriosamente antes de poder enseñarle las reglas de su nueva existencia. Abandonada a suerte en un mundo nocturno y pl...
—¿Por qué eres así?—. Gruño Alec haciendo un puchero.
—¿Qué? ¿Ahora qué hice?—. Dije colocando ambas manos en mi cintura.
—Dejalo Cc, está siendo un llorón—. Se burló Tyler chocando su puño con Xavier.
—Es injusto, tu eres una jugadora profesional—. Se quejo Yoko haciendo que Kent asintiera con la cabeza.
—Son tan llorones, fue un partido justo—.
—Para ti, grosera—.
—¡Dejen de ser unos llorones! Ahora, ya llevan bastante tiempo jugando y nosotras tenemos que ir a otro lado, ¿O lo has olvidado, mi bella?—. Preguntó Cairo caminando hacia nosotros para detenerse enfrente de mi.
—No, no, amor, no se me olvidó—.
—¡Mírenla! Está más azotada que todos nosotros juntos—. Se rió fuertemente Alec provocando que los demás rieran.
—Al menos ella tiene a su amada, ¿Tu que tienes?—. Se burló Cairo alzando su ceja derecha.
—Uh... Eso duele—. Se rió Yoko fuertemente.
—Ven, vámonos—. Habló de nuevo Cairo tomando mi mano y arrastrándome con ella.
Exactamente no se a donde vamos pero Cairo me aseguro que era una sorpresa para esta tarde además de querer pasar conmigo todo el día. No es que me queje pero siempre pasamos el tiempo juntas aunque claro, ambas tenemos la libertad de hacer lo que queramos sin la presencia de la otra persona. Además Cairo se hace cargo de todo ese lado político de nuestro "nuevo reinado".
Mi amor tiene más paciencia para esas cosas y ya conoce a la mayoría de todas esas personas, yo aún soy joven y siguió aprendiendo muchas nuevas cosas.
Cairo y yo fuimos directamente a nuestro departamento para luego ir hacia el cuarto de baño en nuestra habitación. Nos desnudamos e ingresamos en la ducha, ayudándonos mutuamente para enjabonarnos y robarnos uno que otro beso entre risas y burlas. Después salimos envueltas en batas blancas y fuimos a la habitación para secarnos y cambiarnos.
Yo opte por usar un atuendo que claramente Cairo escogió para mí, a ella le gusta estar vestida de una manera muy elegante mientras que a mí me da igual pero siempre me hace feliz que ella escoja mi ropa.
—Vaya... Me veo genial—. Murmuré haciendo algunas poses enfrente del espejo de cuerpo completo.
Mi amada me había escogió un pantalón de vestir holgado de color negro, una camisa de vestir blanca de cuello con una corbata negra y una chaqueta de cuero del mismo tono. Y a pesar de que me queda un poco grande me hacía ver muy genial.
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—No te ves genial, te ves sexy—. Aseguró Cairo colocándose a mi lado derecho.
—Oh... Wow... Cairo... Estás preciosa—. Murmuré con un pequeño tartamudeo.
