En un giro inesperado del destino, Cc Walker se ve convertida en vampiro sin la guía de un mentor, ya que su creador desaparece misteriosamente antes de poder enseñarle las reglas de su nueva existencia. Abandonada a suerte en un mundo nocturno y pl...
-Espera... ¡Cairo!-. Grité empujándola un poco para luego rodar por la cama tratando de escapar.
-¡Cc! ¡Ven aquí!-. Gritó de vuelta corroteandome por el pasillo.
Destacando asi mis pequeños gritos y risas mientras mi chica me persigue, sin contar el hecho de que ambas estamos completamente desnudas en el departamento.
¡Cairo parece una Sucúbo!
Mi novia siempre logra seducirme en cualquier momento del día para tener sexo apasionado y admito que es genial pero a veces es demasiado para a mi. ¡Y ella solo quiere abusar de mi cuerpo!.
-¡No! Suéltame-. Grité cuando alcanzó agarrar mi brazo derecho.
-Ven aquí-. Dijo jalándome hasta colocarme encima de su hombro derecho.
-Cairo... Recuerda que tenemos que ir a otro lugar, no podemos seguir teniendo sexo-. Murmuré mientras golpeaba un poco su espalda baja.
Debe ser súper gracioso que una mujercita de su tamaño este cargando en su hombro a una chica de mi estatura pero vamos... Qué es Cairo de la mujer que hablábamos.
-¿Por qué no? Es una maravilla tenerlo contigo-.
-Bien, hagamos un trato-.
-¿Y cuál sería ese, mi amor? Sabes que no me gusta perder-.
-Oh cariño, lo sé pero mi trato es tener una ronda más y luego tomar nuestro baño... Me prometiste alimentarme-. Lloriquee haciendo pucheros cuando me dejó caer en la cama.
-Es verdad... No puedo mantener a mi amor hambrienta-. Susurró colocándose encima de mi con una sonrisa coqueta.
-No, si no... Te comeré-.
-Oh... Eso me encanta-.
Cairo soltó una pequeña risita y yo la sujete por la cintura para besarla con ferocidad. Provocando así que de nuevo tuviéramos sexo. Es magnífico y nuestra intimidad es bastante única e inigualable. Pero a pesar de todo eso, teníamos que parar en algún momento ya que necesitábamos ir a un lugar al que Cairo a estado posponiendo por otros asuntos más urgentes.
Al final de nuestra apasionada mañana, tomamos un bañó juntas para luego secar nuestros cuerpos y cambiarnos por algo adecuado. Tenía que admitir que la ventaja de ser una híbrida era la genialidad de no menstruar más... ¡Eso era completamente horrible! Y ahora se ha ido para siempre.
Salí de mis pensamientos cuando termine de maquillarme para luego caminar hacia el lado de la habitación donde se encontraba el espejo de cuerpo completo. Yo había optado por usar un vestido de encaje en dónde la parte superior era color blanco con dos líneas doradas y podía verse mi top color negro debajo, además de que la gabardina es de color negro con líneas doradas en los puños y hombros, igualmente de encaje junto con mis zapatillas negra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
