capitulo 18

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By Tom

Primer error: ir. Maldición.
Quería simplemente retroceder e irme por dónde vine, pero no, ya había tocado el timbre de su casa 5 veces y aún no había respuesta de su parte.
Mi preocupación fué al límite a tal punto de preocuparme por su salud e ir a su casa a averiguar cómo se encontraba, aunque suene realmente estúpido de mi parte, o quizás hipócrita. Si se supone que lo detesto, ¿como voy a llegar de la nada a su casa a decirle que estaba muerto de preocupación por él? Ok no, exagero, Pero algo así sería raro, debería estar feliz por no toparmelo más en clases.

Decidí apagar la voz de mi cerebro y hacerle caso a mis malditos impulsos, porque en mi corazón solo hay, si se puede decir, odio hacia él. No quería aceptarlo pero en el fondo, algo estaba inquieto en mí, en saber como estaba o que estaba pasando con el causante de mi pelea con Eyvi. Si fuera otra persona me hubiera valido verga pero siendo él...
Cualquier otra persona diría que me importa un poco, pero no. Solo lo hago porque después me toca hacer el proyecto a mí solo y es algo que no voy a permitir. Si, es eso. Claro que él no me preocupa.
Eso haré. Le gritaré y le diré que aunque se este muriendo no me iba a dejar haciendo todo el trabajo a mi solo, porque aunque se muera, le llegó al infierno y allá me las desquito y me las cobro todas. Fin.

Después de tantas estupideces que pensé, al fin alguien abrió la maldita puerta, y lo pude ver tras las rejas que cubría su amplia terraza. Estaba vestido totalmente... normal, no lucía enfermo ni algo por el estilo, a mi parecer, o porque quizás pensé que lo encontraría con ojeras y el cabello desorganizado, o con aruños en la cara, en el cuerpo o algo que me indicara que no está bien y el motivo el cuál duró ausente una semana, o quizás su mamá diciéndome que había muerto... pero no, lucía completamente normal.

-¿Tom? - fué lo único que preguntó apenas me vió, frunciendo el ceño, totalmente extrañado por mi presencia, y claro ¿Quien iría a casa de su enemigo número uno así de la nada? Aunque él no me considere uno.

-No, soy tu mamá, maldito enfermo. - dije sarcásticamente con una mueca en la cara y con algo de obviedad.

-¿Q-que haces aquí? - me miró de arriba abajo escaneandome con la mirada como si no lo creyera.

-¿Así recibes a tus amigos? Pero que mala educación, Liam - sonreí de medio lado y lo miré fijamente a los ojos.

-Tú no me consideras tu amigo, Tom - que bueno que lo sabe.

-Eres afortunado de tener una visita como la mía, no cualquiera tiene la dicha de recibir a Tom Kaulitz en su casa. - le agregué un toque de picardía. Aunque, era cierto. Él me miró con cara de "¿es enserio?" y rodó los ojos.

-¿A qué se debe tu visita? - preguntó cortante, ignorando mi anterior comentario. Pero era verdad ¿A qué vengo? Me toca pensar una excusa muy válida y que no suene como excusa.

-¿En serio no vas atenderme? - fué lo único que salió de mi boca, aunque claro lo dije algo juguetón.

-Es claro que no vienes a visitarme. De seguro me vienes a buscar pelea y no estoy para eso, así que dime de una maldita vez que quieres, Tom. - ese es el punto, ¿Si ya confirmé que él está bien, por qué sigo aca de pie hablando con él? Aunque no lo acepte, Liam me parece una persona interesante. Pero aún lo detesto. ¡Es verdad, el proyecto! ¡A eso vengo!

-Tienes razón, mucha hipocresía por hoy. Vengo a decirte que el proyecto de ciencias lo vas hacer tu solo. - solté de una con un tono de voz intimidante pero sabía que el no se sentía así ni un poco.

-¿Qué?, ¿Es broma? - Preguntó exaltado y frunciendo el ceño. Me dió risa su cara, casi se pone pálido.

-No, ¿Acaso me ves con cara de que quiero hacer bromas?

El Chico Del Taxi (Toll)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora