Capítulo 10.

1.3K 114 10
                                    

Ivan se sentía nervioso mientras esperaba en su cubículo que sus compañeros de trabajo llegaran por la mañana. No negaría que se había inquietado un poco después de la charla que había tenido con ellos cuando regresó de sus días de descanso, para luego sentirse demasiado quisquilloso a lado de Rodrigo aquella noche que volvieron a su habitual rutina.

Estaba retomando el rumbo de sus pensamientos cuando el ascensor abrió sus puertas, observando sobre la pequeña división como Tomas y Nicolas reían de algo que se decían hasta que voltearon a sus lugares de trabajo, viendo como Ivan se asomaba en su dirección y solo sus ojos eran visibles en el espacio. Ambos amigos soltaron una sonora carcajada y se dirigieron a sus respectivos lugares, mirando a su compañero.

-Buenos días, Ivan. ¿Por qué ahora pareces algo ansioso?-Tomas fue el primero en preguntar, prendiendo su computadora.

-Buenos días, chicos.-Les sonrió, fijando su mirada en la pantalla.-¿Cómo amanecieron?

-Muy bien, pero cuéntanos qué es lo que te inquieta, ¿Es ese chico lindo que tienes como vecino?-Cuando Nicolas atinó al preguntarle, sus dos compañeros pusieron gesto de sorpresa.-Oh, ¿Pasó algo con él?

-No mucho, solo cenamos en su departamento como es de costumbre... Pero días atrás, justo el día en que me dijeron todo ello sobre él, digamos que lo encontré con otro chico.- Comenzó a hablar, jugando con sus manos.

-¿Acaso tiene novio?-Tomas se inclinó sobre su asiento, tratando de escuchar mejor.

Negó, un tanto dudoso.-Él jamás mencionó tener una relación, cuando nos vimos solo me dijo que iría a cenar con un compañero del trabajo. Luego, cuando cenamos en su departamento anoche, no mencionó nada sobre aquel día, pensaría que por lo menos iba a decir algo pero solo se mantuvo muy alegre con Camila y fue un rato agradable.

-A lo mejor solo fue una cena casual, es como decir que nosotros tres salimos a cenar y no pasa de ahí. Solo fue algo sin importancia, pero, ¿Acaso algo de ello te está molestando?-Tomas razonó, arqueando una ceja.

-No, o sea, no creo.-Mordió su labio en gesto dudoso, continuando.-Ayer mientras cenábamos me di cuenta que jamás hemos salido a alguna parte, solo hemos estado en alguno de los departamentos. Pensaba que podría invitarlo a salir, pero algo causal, ¿No se vería como algo... raro?

-¿Por qué tendría que verse raro? En cambio, yo digo que sería muy lindo que ustedes dos salieran, nunca hace mal salirse de la rutina y hacer algo diferente.-Alentó Tomas con una sonrisa en su rostro.

-Estoy de acuerdo, no tiene porqué ser una cita o algo por el estilo, solo algo casual de amigos. Además, Camila estaría con ustedes, ¿No es como si precisamente fueran ustedes dos solos.

-Por supuesto, Camila me acompaña a todas partes.- Asintió con un leve rubor, sonriendo.-Entonces supongo que podría invitarlo.

-Se acerca nuestro fin de semana libre largo, podrías aprovechar. Si lo haces saliendo del trabajo puede ser un tanto cansado porque tienen la carga del día, mejor el fin de semana que tengan todo el día libre y así no tienen que pensar en el trabajo y demás.-Tomas sugirió, dando pequeños aplausos con sus palmas, emocionado por la idea.

-Perfecto, entonces haré eso.-Sonrió totalmente confiado, hasta que recordó un detalle.-Pero no estoy seguro a dónde podríamos ir, no conozco aún mucho esta zona.

-Hay una apertura de un restaurante cercano aquí en el centro de la ciudad, pero solo es por reservaciones. Podrías intentar llamar para ver si hay disponibilidad, sino puedes ver a sus alrededores, es una zona gastronómica así que no debería de haber mucho problema. Tomas habló, anotando el nombre del restaurante en un post-it, para luego tenderlo en su dirección.-Llama lo más pronto posible, puedes hacerlo a la hora del almuerzo, ví que se está haciendo muy popular así que las reservaciones se pueden acabar pronto.

-Muchas gracias, Tomas. En cuanto tengamos la hora libre lo haré.-Prometió mirando el nombre con una sonrisa.

Detuvieron la conversación cuando el ascensor se volvió a detener en su piso y ahora su jefe entraba en el piso. Con un habitual saludo pasó a sus costados y se dirigió a su propia oficina, cerrando la puerta detrás suyo. Los tres se dispusieron a trabajar, aunque Ivan estuviera un tanto alejado del trabajo al pensar cómo podría invitar a Rodrigo a salir ese fin de semana próximo.

(...)

-Oh, entiendo.-Hizo una mueca mientras tamborileaba sus dedos sobre el escritorio.-Muchas gracias, adiós.

Colgó la llamada cuando se despidió, soltando un suspiro al no poder conseguir una reservación a tiempo. El restaurante ya era demasiado solicitado y, para ese entonces, todos los lugares ya se encontraban ocupados. Pensó en las palabras de Tomas y buscó en el mapa la zona gastronómica, viendo un par de restaurantes que tenían buenas reseñas y parecían un tanto prometedores con la comida.

Cuando sus compañeros volvieron unos minutos después que él del almuerzo, vieron su cambio de expresión y cuestionaron qué era lo que había ocurrido.

-Llamé para ver lo de la reservación, pero justo hace un par de horas que ya no tienen disponibles ningún lugar. De todas formas miré la zona, hay un par de restaurantes que parecen bien en ir a comer, así que pensaba que podría llevarlo ahí y elegir alguno, dependiendo de lo que me diga.

-Oh, por lo menos hay más restaurantes, así que no todo está tan mal. Ahora solo faltaría invitarlo, ¿No es así?-Cuando sus amigos levantaron las cejas de forma acusatoria, el azabache soltó una carcajada, asintiendo.

-Sí, eso falta. Solo quería tener algo seguro antes de invitarlo, solo por si las dudas, no quisiera invitarlo y no tener idea de dónde llevarlo.

-Me parece perfecto, apuesto a que aceptará.-Nicolas le guiñó el ojo antes de volver a trabajar, dejando atrás su hora de almuerzo. Tomas le sonrió antes de enfocarse en su trabajo de igual manera, dejádolo con aquel buen presentimiento en su pecho.

A partir de ahí el día pasó más rápido de lo acostumbrado, despidiéndose en la primera planta antes de desviarse hacía la guardería. En cuanto tuvo a Camila entre sus brazos sonrió y se dirigió a su automóvil, sintiéndose nervioso por llegar a su departamento y encontrarse a Rodrigo. Aquel día no era día de cena en alguno de sus departamento, puesto que Rodrigo salía primero que él, no le gustaba pensar en hacerlo esperar a su llegada.

El camino fue tranquilo, pensando si debía de tocar su puerta e invitarlo personalmente o podría optar por un mensaje de texto, pero no quería verse demasiado desinteresado en invitarlo, por lo que prefirió llegar a su departamento primero para dejar sus cosas y, con Camila en sus brazos mientras veía con curiosidad el exterior, se detuvo frente a la puerta de Rodrigo con gesto dudoso.

Sin darse el lujo de pensar por más tiempo, alzó la mano y tocó la puerta con suavidad, aferrándose a su hija contra su cuerpo. Ruidos provenían del interior, escuchó como el seguro era retirado y un sonriente Rodrigo le recibía, abriendo por completo la puerta para que pasara, pero Ivan decidió quedarse en la entrada.

-Oh, Ivi. Pensé que no nos veríamos hoy, ¿Por qué no pasas?-Cuestionó con una sorisa.

-Hola, Rodri. Solo quería preguntar si el fin de semana te apetecería ir a comer algo, aprovechando que será un fin de semana largo por el día festivo, pensaba que podríamos salir a dar una vuelta, si eso te parece. Trató de sonreír, pero se sentía nervioso frente al chico.

Rodrigo se sorprendió por su petición, pero no dudó en asentir.-Por supuesto, eso me encantaría, solo dime la hora y estaré listo ese día.

-Ah, perfecto. ¿Te parece si vamos viendo todo por mensaje? Tengo un lugar ya pensado a dónde ir, pero está bien si quieres ir a un lugar en específico, solo pensaba que era buena idea salir porque solo nos vemos en nuestros departamentos... Digo, no es que tenga algo de malo, solo pensaba que podríamos tratar de cambiar un poco la rutina, si no tienes problema con ello.

El chico soltó una pequeña risa, negando. Por mí está bien, no tengo problema con ello. Me gustaría salir contigo, así que estaré esperando el fin de semana con ansías.

-Entonces hasta el fin de semana.-Retrocedió un paso, sintiéndose demasiado feliz.

-Hasta el fin de semana, Ivi.

-Nos vemos, Rodri.-Se despidió con un gesto de mano, caminando hasta su departamento.

Donde los dos se recargaron en sus puertas al ser cerradas, esperando con ansias que el fin de semana llegara pronto para poder salir.

Save my life - Rodrivan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora