-Espera aquí.-Había mencionado Ivan tan pronto como se recuperó de su trance, corriendo a su propio departamento para luego asegurarse de dejar con cuidado a Camila en su columpio antes de volver a salir de manera rápida, tratando de no estar alejado por mucho tiempo.
Rodrigo seguía en la misma posición cuando Ivan volvió hasta él, tomándolo del brazo para sacarlo de su departamento totalmente desorientado y dirigiéndolo al suyo, haciendo que se encaminara hasta su habitación. El castaño ni siquiera parecía tener noción del lugar en donde se encontraba, aceptando acostarse por el intenso dolor que sentía en todo su cuerpo y solo pensando en volver a dormir.
-Bien, ya vuelvo.-Le mencionó antes de dejarlo en su habitación, volviendo a comprobar que Camila siguiera bien en su columpio antes de volver a la cocina.
Ivan sirvió un poco de sopa en un plato, tratando que se fuera enfriando mientras buscaba algo para el resfriado que Rodrigo estaba pasando. Camila estaba entretenida viendo las figuras que colgaban del columpio mientras su papá corría de un lado a otro comprobando que todo estuviera bien. Fue cuestión de minutos cuando llevaba a su habitación una charola con la cena preparada, un vaso de agua y una pastilla que esperaba que surtiera efecto en el castaño.
-Rodri, es momento de despertar.-Murmuró con voz suave, dejando la charola sobre la mesita a un costado de su cama, girándose para tocar el hombro del mencionado. Te traje algo de cenar, apuesto que no comiste nada. También traje una pastilla para ver si te ayuda, creo que tienes resfriado y por lo menos te bajará la temperatura que es lo más importante en estos momentos.
Explicó a pesar de que el castaño no abriera los ojos y se aferraba a las sábanas que cubrían su cuerpo sin importar como el sudor caía de su frente ante la temperatura que emanaba su piel. Soltó un suspiro cuando sintió las manos del contrario sobre su rostro, palpando sus mejillas antes de que abriera sus ojos, tratando de enfocar su mirada.
-Hey, ahí estás. Tienes que ayudarme, tienes que tomarte una pastilla y luego cenarás, ¿Bien?- Explicó, recibiendo un puchero de desagrado.
-Dormir.-Se limitó a decir con un gruñido, cerrando nuevamente los ojos.
-Hemos vuelto a la era primitiva con esa comunicación.-Soltó una carcajada antes de volver a incorporarse, cerrando los ojos.
Sentía que estaba a punto de cuidar a dos niños en lugar de una bebé. Salió de la habitación sin rendirse, pero necesitaba también asegurarse que Camila estuviera bien, además de que no tardaba en estar inquieta por su hora de sueño, así que lavó sus manos antes de ir hasta la sala, sacándola del columpio y arrullándola hasta que caminó a la habitación de la bebé para seguir meciéndola entre sus brazos. No tardó mucho en estar completamente serena a causa del sueño, dejándola en su cuna con cuidado y, con una última comprobación que estaba bien, salió del lugar antes de volver a su habitación.
Rodrigo seguía en la misma posición, y se dió cuenta en ese momento que no sería para nada fácil hacer que tomara aquella pastilla si se aferraba a la idea de estar durmiendo en lugar de escucharlo. Tomó lugar a un costado suyo mientras agarraba la pastilla y el vaso con agua, hablándole para seguir intentándolo.
-Vamos, Rodri. ¿Quieres seguir sintiéndote mal? Es mejor tomarse esto y así te sentirás mejor, solo necesito que cooperes, ¿De acuerdo?
Rodrigo soltó un gruñido de molestia antes de tratar de levantarse sobre sus codos, pero la poca fuerza que tenía le provocó caer de espaldas contra el respaldo con un fuerte ruido, sacándole un siseo de dolor ante el repentino golpe. Ivan aprovechó para meter la pequeña pastilla entre sus labios entreabiertos y acercó el vaso, haciendo que bebiera agua hasta que pudo asegurarse que la pastilla ya no estaba ahí.
Ivan sonrió al sentirlo toda una travesía, dejando el vaso en la mesita antes de tomar el plato y una cuchara entre sus manos. Ahora debía hacerlo comer, y si con la pastilla fue una pequeña lucha que estuvo a su favor, esperaba que corriera la misma suerte con la sopa.
(...)
Sentía como la luz calaba en su rostro cuando se estiró sobre toda la cama, apartando las sábanas al sentirse demasiado pegajoso por todo su cuerpo. Frunció el ceño cuando tentó la ropa del día anterior, aquella que no era su pijama, entreabriendo los ojos para percatarse que las pegatinas que en su habitación decoraban en el techo ahora ya no se encontraban, solo un simple color café liso, al igual que las cuatro paredes que lo rodeaban.
Rodrigo se incorporó de manera rápida sobre la cama, apenas percatándose de como el dolor por todo el cuerpo ya no era tan molesto como el día anterior. Aquella habitación no era suya, y si no fuera por un par de fotografías que decoraban en los estantes, se asustaría de no ser porque reconoció como Ivan sostenía a Camila en la mayoría de ellas, otras solo se trataba de Camila y una que otra parecía ser de él en una versión más joven.
Si bien reconocía el departamento de la persona, no esperaba despertar después de su estado de inconsciencia en la habitación de Ivan. Se levantó rápidamente, tropezando con sus propios pies hasta que salió de ahí, tratando de encontrarlo pero solo una nota en el mostrador de la cocina lo recibió.
"Hola, Rodri.
Espero que hayas amanecido mejor, te dejé un poco de comida preparada sobre la estufa, procura tomar otra pastilla que dejé a un lado de la nota y mándame un mensaje cuando despiertes. Tuve que irme a trabajar, Camila también está yendo conmigo, así que no tienes de qué preocuparte.
Por favor, avísame si estás mejor, estaré esperando.
Nos vemos, Ivan."
Sintió un cálido tirón en su pecho mientras leía la nota, sonriendo antes de girar hacía la cocina. Se le hizo la boca agua al ver una olla y un sárten con un tipo de guiso, en especial de sus favoritos, por lo que no lo hizo esperar para servirse y comenzar a comer con gusto mientras palpaba su cuerpo, percatándose que no traía sus pertenencias consigo.
El día anterior era un recuerdo borroso al estar más en su estado de inconsciencia que el estar percatándose de lo que sucedía a su alrededor. Hasta que había llegado a su departamento no había iniciado con síntomas fuertes, para cuando decidió que vería algo para entretenerse y cayó dormido comprendió que no era normal, el dolor de su cuerpo se había intensificado, su cabeza dolía en gran cantidad y todo parecía borroso, sintiéndose demasiado cálido pero teniendo escalofríos cada cierto tiempo.
Ni siquiera comprendía como se había enfermado, suponía que eran reacciones de su cuerpo por todo lo sugestionado que se encontraba, tratando de dejar las cosas a un lado mientras disfrutaba de su desayuno. Para cuando terminó, se aseguró de lavar los trastes y la cocina antes de tomarse la pastilla, prosiguiendo con su día. Limpiaría la cama ante lo pegajoso que se encontraba todo por su evidente sudor, además estaría mal visto que lo dejara de esa manera cuando no se trataba de su propio departamento, por lo que retiró todo de la cama para llevárselo a rastras hacía su departamento, sintiéndose levemente familiar con ello antes de ir a lavar.
Buscó su celular, encontrándolo en su habitación, abriendo el chat de mensajes y buscando el contacto de Ivan con la intención de notificarle su mejora de salud. Además, necesitaba saber una forma de agradecerle por la forma en que lo cuidó el día anterior, si ahora se sentía bien solo se debía por él, por lo que se aseguraría de agradecerle por todas las molestias provocadas en su estado de enfermedad.
Y como no tenía idea de qué hacer, recurriría a Pedro, tenía esperanza de que él podría saber como agradecerle de manera adecuada por todas sus atenciones en un mal momento.
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Save my life - Rodrivan
RomanceDónde Ivan es abandonado por la mujer con la cual pensaba formar su vida entera en ella, dejándolo a cargo de una bebé recién nacida; o en dónde Rodrigo, su vecino del departamento 511, lo ayuda a cuidar a su pequeña bebé después de que la primera n...