Extra Único.

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Rodrigo se encontraba nervioso mientras se veía al espejo, comprobando que su cabellera rubia se mantuviera fija en su lugar. En ondas cayendo como una corta melena, ajustó nuevamente la flor que reposaba en el bolsillo de su saco antes de girarse hacía la puerta, al mismo tiempo que había sido tocada desde el exterior.

-Rodri, ¿Estás listo? Es momento de que se encuentren antes de la ceremonia.-Escuchó la voz de Pedro detrás de la puerta, sintiéndose nervioso.

-¡Ya salgo!-Gritó, dándose una última mirada al espejo antes de observar por última vez la habitación, abriendo la puerta.

-Oh, Rodri. Estás espectacular con ese traje...-Su amigo se había quedado sin palabras, haciéndolo sonrojar por sus expresiones.

-Yah, no seas exagerado.-Agitó su mano, restándole importancia.

-Vamos, Ivan ya está en el salón esperándote, no hay que perder más el tiempo.-Comentó antes de enredar sus brazos, caminando a la par hasta el salón donde se llevaría a cabo la fiesta nupcial.

Rodrigo aferró su mano libre contra el brazo de Pedro, tratando de encontrar el equilibrio que sus nervios le impedían para coordinar sus pasos. Si antes de la ceremonia se encontraba tan nervioso, ¿Cómo podría estar en un rato más? Tenía miedo de tropezar, tal como había pasado tan pronto como comenzaron a bajar el tramo de escalones.

-Tranquilo, Rodri. ¿Por qué estás tan nervioso? Solo van a jurar frente a todos su amor.-Bromeó, tratando de aligerar el ambiente.

El rubio golpeó a un costado de su cuerpo, haciéndolo reír mientras se encaminaban hasta afuera del lugar, observando la tela que cubría la entrada. Pedro se detuvo frente a esta, soltando su brazo antes de hacerlo girar para encontrarse frente a frente, acomodando su cabello.

-Estaré aquí esperando para volverte a llevar adentro, pero ahora al altar. Tómense su tiempo, pueden recitar sus votos aquí y allá frente al padre solo decir el acepto, no hay presiones.-Le guiñó el ojo antes de agarrar el borde de la tela, dándole acceso al interior de la tienda.

Rodrigo dió el primero paso al interior, sintiéndose fascinado por la cuidadosa, pero elegante decoración de la tienda. Las mesas y sillas estaban perfectamente acomodadas, un pequeño escenario se encontraba al final de la tienda y una pista de baile donde su prometido se encontraba esperándolo, sonriendo tan pronto como sus miradas se encontraron.

No estaban seguros de quién estaba más emocionado por aquel momento, pero se quedaron sin respiración al observar la apariencia del otro. Rodrigo portaba un traje de tres piezas, con un saco de color negro junto con la corbata, las solapas y el chaleco de color gris, ajustándose perfectamente sobre su cuerpo, con un pantalón negro y zapatos de vestir relucientes. Su cabello rubio resaltaba sus facciones, su rostro teniendo una ligera сара de maquillaje que hacían resaltar sus labios y el área de sus ojos, dándole una imagen tan eterea que le robaba el aliento al azabache. Mientras el rubio caminaba con cierta inseguridad hacía su prometido, no desaprovechó la oportunidad para encantarse con su presencia.

Ivan se encontraba vistiendo de la misma manera un conjunto negro de tres piezas, el chaleco siendo de color gris, y a diferencia del contrario, no contaba con una corbata, siendo reemplazada por un pequeño moño negro que acompañaba su cuello. Su cabello azabache perfectamente peinado hacía un costado, manteniendo sus manos detrás de su espalda mientras sonreía, totalmente encantado con la presencia del rubio. Para cuando la distancia se acortó, sus manos tomaron de manera inmediata la cintura contraria, soltando un suspiro mientras se impregnaba de su presencia.

-¿Ni siquiera el día de nuestra boda puedes tener tu traje bien?-Regañó el rubio, alzando sus manos para acomodar el paño gris que sobresalía en el bolsillo del azabache, provocándole una carcajada.

Save my life - Rodrivan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora