Oscuridad, el sonido de gotas cayendo y frío, mucho frío. Era todo lo que Alastor podía describir en ese lugar donde se encontraba prisionero. Se encontraba en un intento de cama, si así se le podia llamar, consistía en un fino colchón sobre una tabla rechinante que ya le había causado terribles malestares de espalda.
Sus manos? Atrapadas por grilletes de acero angelical, prohibido de su libertad y encerrado solo con un inodoro que olía terriblemente mal gracias a sus constantes vomitos y necesidades.
Podía asegurar que se veía se la mierda: su cabello, andrajoso y sucio, muy probablemente enredado. Su brazos lastimados de tanto tratar de liberarse. Y ni hablar de su rostro, no tenía espejo pero juraría que se veía terriblemente agotado.
Hace días que se sentía extremadamente débil y mareado, está era una de las pocas veces en las que estaba despierto, pues su debilidad lo hacía dormir constantemente.
¿Cuánto tiempo ha pasado así? ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses? Ya no lo sabía, perdió la noción del tiempo hace un rato, lo único que le indicaba como avanzaba el tiempo era su vientre, que no perdonaba y continuaba creciendo.
Lo único que lo mantenía cuerdo en un momento como ese era abrazar su vientre con su hijo y darle vueltas a su anillo de compromiso, recordando todos los buenos momentos con su amado y su anhelo de volver a sus brazos.
Todo lo que recuerda es llegar al cielo, siendo levantado por Azrael, para después ser arrojado a este lugar y confinado al encierro.
Se hizo bolita en su cama y acaricio el ya prominente bulto donde se situaba su retoño.
-No te preocupes cariño, se que este lugar se ve aterrador, pero papá Luci nos sacará de aquí, te lo prometo. Mientras, tú papá Al va a protegerte, nadie te hará daño mientras yo esté aquí-
Lo decía más en un tono que usaba para autoconvencerse; no obstante, tenía que ser realista, no sabía cuánto más iba a resistir, estar aquí era un martirio. La comida que recibía era un asco, y solo la consumia por el bienestar de su bebé. Apenas recibía agua y había estado llorando mucho.
Inconscientemente, una lágrima empezó a caer por su mejilla, otra y otra, hasta que empezó a llorar. No podía evitarlo en una situación como está, solo quería estar en cama, siendo abrazado por el padre se su hijo y sintiendo esa calidez que su ser imploraba.
En ese momento escucho pasos por unas escaleras. Sabía que se trataba del arcángel, que venía a verlo y a joder, como lo hacía cada día. Se limpio las lágrimas y de pudo firme con sus típica sonrisa, fingiendo que todo estaba bien, cuando claramente, nada lo estaba.
-Buenas tardes querido cuñado, ¿Cómo estás el día de hoy? ¿Dormiste bien? Déjame decirte que no luces muy bien, deberías preocuparte más por tu estado. Decía el ángel en ronuo se burla
-Jodete- espeto el demonio, mientras escupia en los pies del contrario.
-Oye ¿Dónde están tus modales demonio radio? Solo venía a traerte algo de comer y a realizar nuestras negociones diarias-
-Largate Azrael, sabes cuál es mi respuesta, no hay nada que conversar- cubrió su vientre con sus brazos de manera protectora.
En ese momento, unas cadenas aparecieron en su cuello y lo acercaron al contrario.
-Bien, entonces será por las malas-
Lo único que se escuchaba por fuera era interferencia de radio, pero si te acercabas lo suficiente podías sentir el sufrimiento y la agonía, o eso pensaba Emily, ese sitio le causaba curiosidad, Azrael le había dicho que solo era un sitio abandonado y probablemente se trataba de una rata o algo, estaba por entrar, hasta que...
-Emily, se nos hace tarde, vamos- dijo Sera, tenían un juicio al que asistir.
-Oh si, disculpa, ya voy- se alejó volando de la ouer, tal vez si era solo una rata.
Lucifer ¿Dónde estás? ¿Vendrás a salvarme? ¿Estás molesto porque tome la decisión por ti? Por favor, sacanos de aquí, he sido fuerte por nuestro bebé, pero no sé cuánto más pueda resistir.
El demonio de la radio suplicaba por ser escuchado, que su voz llegará a su amado y lo sacará de esa tortura.
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Una sorpresa inesperada
FanfictionAlastor y Lucifer eran una pareja poco común, el rey del infierno divorciado y con una relación reciente era la novedad de todo el infierno, y el demonio de la radio, un ser frío, sádico y calculador ¿en una relación? no sé veía todos los días. Aun...