EL PRECIO DE LA LIBERTAD

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El príncipe de las serpientes se encontraba sentado con su plato de comida a un costado, no quería probar bocado, las ratas que habitaban la bodega aprovecharon para llevarse la comida en mal estado del plato, él estaba sumamente asqueado y aun estaba lleno de ira, su mirada estaba perdida en la nada cuando Rayner se acercó y se sentó junto a él.

-Escuché que cerraron el hoyo que hice en la tierra, pero aún tenemos la segunda opción, pelear- Draco al escuchar ésto se puso de pie, sin decir nada ni mirarle, el hombre rodó los ojos y lo siguió -Mira, sé que estás molesto pero no fué mi culpa, yo solo les ofrecí una alternativa para escapar, no contaba con que Filip haría las cosas a su manera y fallaría, sé que no quieres pelear, pero es la única manera en la que tendríamos oportunidad de salir vivos de éste lugar, en cuanto lleguen, van a rodear todo el sitio, si queremos irnos, será portando un arma y estar dispuesto a disparar- afirmó mirando a Draco con el ceño fruncido

-Hacer eso es unirnos a ellos- respondió de mala gana

-Te equivocas, no pelearíamos a favor de ellos ni en su contra, es obvio que la unión soviética y los aliados no nos creerán si nos damos por vencidos, pensarán que es una trampa de los alemanes aunque nos vean con ésta ropa-

-¿Cómo lo sabes?-

-Porque ya ha sucedido antes, soldados se hacen pasar por prisioneros para que no los maten y cuando los libéran, llevan información a las tropas enemigas sobre su ubicación, las armas que portan y cerca de cuántos hombres son, no tenemos alternativa- el rubio sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, se negaba rotundamente a hacerlo pero en el fondo sabía que Rayner tenía razón.

En la bodega de las mujeres, el ambiente estaba tenso, Sophie y Hermione durmieron juntas, la rubia no había parado de llorar la muerte de Pauline, Hermione buscaba consolarla pero ella también se sentía devastada con la muerte de los dos jóvenes, la rubia sollozaba, la Gryffindor no hablaba su idioma pero la abrazaba, dándole a entender que estaba ahí para ella, mostrándole que la empatía, solidaridad y el amor son un lenguaje universal.

Más tarde, cuando todos se encontraban dormidos, Draco despertó a Rayner.

-Tenemos que regresar a la carpa donde limpiamos las armas, no podemos enfrentarnos a ellos con las manos vacías- Rayner se sorprendió al escucharlo

-¿Cómo haremos para cruzar a los guardias y salir de aquí, tienes un plan?- quiso saber el moreno, el rubio asintió

Luego de engañar al guardia de la puerta de la bodega y someterlo entre los dos juntos, le quitaron el arma y avanzaron hasta la carpa donde yacían otros dos soldados, uno de ellos se apartó, mientras el otro permaneció haciendo guardia, Rayner aprovechó para amenazarlo y quitarle el arma, lo dejó inconsciente de un golpe y entraron.

-Hay que abastecernos de lo que nos sea posible- inquirió el alemán mientras se agachaba y se colgaba al pecho un saco para luego llenarlo de municiones de guerra que estaban dentro de un baúl, Draco se acercó al cajón e intentó abrirlo inútilmente -¿Qué estás haciendo?- cuestionó Rayner que ya tenía casi el saco lleno

-Debo sacar algo que necesito de éste cajón- expresó sin voltear a verlo

-Si me lo hubieras pedido con todo gusto te lo habría dado, gitano- mencionó Leon Müller entrando detrás de Rayner apuntándole en la nuca al moreno con un arma, Draco sintió un vuelco en el estómago pero para cuando acordó, él también le estaba apuntando con su arma al sargento -¡Vaya, vaya!, tienen las bolas muy grandes los dos, miren que atreverse a retárme después de lo que le ocurrió a su amigo marica, solo un imbécil lo haría-

-¡Déjalo!- exigió Draco sin bajar su arma, con el corazón acelerado y su cuerpo temblando, sabiendo que tenía todas las de perder, pues en cualquier momento otros soldados entrarían y sería el fin de los dos, pero ya estaba ahí, asi que se defendería hasta el final

CONTRATIEMPO (DRAMIONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora