LAZOS QUE UNEN VIDAS

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Al volver a casa, realizaron su rutina nocturna, bañar a los niños y cambiarlos, Hermione le leía un cuento a Cael hasta que vió que se quedó dormido, le dió un pequeño abrazo y besó su frente, Se dirigió a la habitación y observó a Draco jugando con los pequeños piecitos rosados de la rubia dándole besitos en cada uno y luego fingiendo que los mordería mientras imitaba un sonido parecido a un rugido de algún animal feroz, la bebé reía a carcajadas sumamente divertida, lo cual hacía reír a ambos jóvenes, la castaña se acercó.

-¡Mira quién llego, es mamá!- mencionó el rubio a la pequeña que sonreía alegre y le extendía los brazos a la chica, ésta la tomó en sus brazos y le besó la mejilla en repetidas ocasiones

-Mi princesa hermosa, voy a darte tu biberón para que duermas-

-Ya lo hice yo- le informó el rubio -también le cambie el pañal- mencionó y comenzó a quitarse lo zapatos, Hermione estaba asombrada al ver lo eficiente que era Draco en su labor como padre, sonrió discretamente mientras arrullaba entre sus brazos a la pequeña, quien dio un tierno bostezo entrecerrando sus ojos, unos minutos después, Granger acompañada por el rubio llevaron a la pequeña a descansar en compañía de su hermano, ambos les miraban enternecidos, Malfoy observó a Hermione, ésta le devolvió la mirada

-¿Qué pasa?- quiso saber ella preguntando en voz baja

-Nada, es sólo que, aún no puedo creer todo ésto, que estemos los dos aquí, con ellos... con nuestros hijos- corrigió en el mismo tono de voz, ella sonrió sintiéndose un poco sonrojada.

Se encaminaron a su habitación y al llegar el Slytherin se sentó en su lado de la cama y se quitó la camisa y el pantalón para ponerse el pijama, Granger al notar la confianza con que el muchacho lo hacia comenzó a sentir calor y de nuevo se ruborizó aclarando la garganta, el muchacho al escucharle le miró y cayó en cuenta de lo que hacía.

-¡Oh, mierda, lo siento- sé incorporó y se cubrió el cuerpo con la ropa que estaba por ponerse -Por alguna razón siento que esto ya lo he hecho antes, iré a cambiarme al baño- le dijo sonrojado, ella asintió y se sentó en la cama dándole la espalda al muchacho, quien se sintió avergonzado pero al mismo tiempo le hizo gracia la reacción de la chica, lo había hecho sin querer, pero la verdad, no le desagradó del todo que la chica lo viera así, le gustaba notar que ella se ponía nerviosa al verlo, la leona volvió a sonreír por lo bajo, en cuanto Draco salió del baño, trato se hacerle platica para apartar el ambiente incómodo de la habitación.

-¿Cómo te fue en el trabajo?, con el ajetreo del día de hoy ya no tuve oportunidad de preguntarte-

-Está siendo algo difícil para mi adaptarme, no es tan sencillo vender una propiedad tan cara, las personas no están interesadas y debo hacer hasta lo imposible por conseguirlo o nos quedaremos en la calle- Hermione sintió un vuelco en el estómago, eso la hacía sentir un poco culpable por no trabajar -Me duelen mucho los pies- frunció el ceño sobando despacio uno de sus pies

-Si quieres puedo darte un masaje- ofreció tratando de hacerlo sentir mejor, el muchacho le miró

-No te preocupes- sonrió apenado

-No me molesta, de verdad- él sonrió de nuevo

-Te lo agradezco mucho- Granger se acercó y él extendió sus piernas, ella colocó los pies del rubio sobre su propio regazo y empezó a masajear suavemente, el chico cerró sus ojos disfrutando de la sensación

-Hablando de eso, hoy llegaron las cuentas que debemos pagar-

-¿De qué hablas?-

-En el mundo muggle, se utiliza la luz eléctrica y debemos pagar por ella, además de las tarjetas y otros servicios de la casa- Draco resopló y rodó los ojos, jamás en su vida había conocido lo que era tener deudas, no con todo el dinero que su familia poseía -He de decir que estoy asombrada al ver el gran padre que eres- le hizo saber, el chico sonrió ruborizado

CONTRATIEMPO (DRAMIONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora