CONTRATIEMPO (DRAMIONE)

DERECHO DE PERNADA

LA EDAD MEDIA, LONDRES (AÑO 478)

Draco abrió los ojos y se encontraba recostado en una amplia cama, se alarmó al no ver a Hermione por ningún lado.

-¿Granger?- la llamó levantándose de la cama y mirando alrededor de la gran habitación, la buscó, no la encontró, salió del cuarto sin comprender absolutamente nada, pero sorprendido del lugar, era cinco veces más grande que su mansión y sumamente ostentosa, bajó las escaleras con cautela, atento a ver con quién se topaba, caminó por el largo pasillo

-¡Ahí estás!- mencionó un hombre de complexión robusta y mediana estatura -Te están esperando en la sala- lo tomó del brazo y comenzó a caminar al otro lado del pasillo -¿Porqué aún estás en ropa de dormir?, tenías que estar listo para dar una buena impresión a tu prometida y a su padre- le reprendió

-¿Prometida?- cuestionó confundido -Espere, ¿Quién es usted?- quiso saber, el hombre empezó a reír

-¿Te emborrachaste acaso?, no puede ser posible que no reconozcas a tu propio padre, ¡Camina!- le ordenó, dándole un leve empujón, el rubio se quedó pasmado ante dichas palabras, entraron y distinguió a un hombre alto de cabello oscuro y junto a él una joven de cabello castaño -Aquí está él, les presento a mi hijo- mencionó el señor, sonriendo con nerviosismo, los dos visitantes se incorporaron y cuando la jóven dió media vuelta, notó que era Hermione, ambos se observaron boquiabiertos y paralizados -¡Saluda!- le indicó su padre en un susurro cerca del oído

-Ah, mucho gusto- extendió su mano ante el hombre y éste lo saludó, luego hizo el mismo gesto con la castaña, los dos hombres dieron un resoplido asustados, ambos jóvenes les miraron confundidos

-¡¿Qué hacen?!- cuestionó en hombre que acompañaba a Hermione, tomó el brazo de la muchacha y la apartó de la mano del chico -¡Deben esperar!- mencionó molesto

-Le pido disculpe a mi hijo, él jamás le faltaría al respeto a una distinguida dama como su hija, es un hombre serio- los dos observaban la situación con el ceño fruncido, tratando de averiguar en qué momento se faltaron al respeto, si solo se dieron un cordial saludo

-Pues a juzgar por su atuendo, no parece que se tome ésto muy en serio- esbozó el supuesto padre de Hermione recorriendo al Slytherin de arriba a abajo con la mirada

-Se le hizo tarde- trató de justificarlo, el padre de la chica le miró con recelo, los jóvenes no lograban percatarse de lo que ocurría, pero preferían no hablar ante la incomodidad e incertidumbre de la escena

-Ya lo creo, principalmente porque se suponía que debían ser ustedes quienes fueran a nuestro palacio para proponerle formalmente matrimonio a mi hija- ellos se quedaron congelados ante lo que dijo

-Ma... ¿matrimonio?- cuestionó Hermione con la boca abierta

-Así es, por favor, hay que pasar al comedor para el desayuno y comenzar con la pedida de mano- los invitó el padre de Draco, el pelinegro salió y el hombre robusto se encaminó tras él

-¿Qué diablos está pasando?- cuestionó el rubio bajando la voz

-No lo sé, cuando todo se dispersó a mi alrededor, me encontraba en un carruaje con ese hombre que dice ser mi padre y llegamos aquí- le explicó Hermione en el mismo volumen de voz -No podemos casarnos- mencionó preocupada

-¡Ya lo sé!, tenemos que encontrar el giratiempo cuanto antes y largárnos de aquí-

-¿Interrumpimos algo?- cuestionó el padre de la castaña cruzando sus brazos, el padre de Draco le dió a su hijo una mirada fulminante

-No, no, no, ya vamos- inquirió el chico rápidamente y los dos se aproximaron a los hombres, el padre de Granger la tomó del brazo y se dirigieron al comedor, el padre del rubio jaló una de las orejas del muchacho aprovechando que ellos les llevaban ventaja en el camino hacia allá