Capítulo 5

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Morgan

Cuando entramos al restaurante nos dirigimos a la mesa y me doy cuenta que es una cena para dos personas, la molestia que invade mi cuerpo es grande porque tengo más de un mes evitandolo y vengo a caer tan fácil esta vez.

«Hijo de perra.»

-Espero que esto sea una broma. -hablo tratando de calmarme.

-No es ninguna broma, siéntate. -dice sacando la silla para que tome asiento.

Me siento molesta porque me engañó y yo caí como estúpida.

-Me engañaste. -suelto molesta- Pensé que era una cena de negocios. -le hablo cuando se sienta a mi lado-  Quiero irme.

-No preciosa, yo no te engañé en ningún momento dije que era una cena de negocios. Aunque tampoco dije que era una romántica, así que te vas a comportar como una adulta y vas a cenar con tu novio tranquilamente. -se acerca mientras habla y siento su mano en mi muslo subiendo por debajo del vestido- Y si después te animas podemos pasar una gran noche en mi apartamento, me tienes loco desde que te ví.

Subo mi mano para darle una bofetada pero me agarra de la muñeca apretándola con fuerza y disimula ante la gente llevándose mi mano a los labios. Con mi mano libre saco la suya que está debajo mi vestido.

-Qué sea la última vez que se te ocurre hacer eso, niña estúpida, yo no soy Ben que se aguanta tus groserías. ¿Te queda claro? -suelta mirándome con rabia y aprieta más fuerte- A mi me vas a respetar a las buenas o a las malas.

Me está lastimando y el hematoma que me quedaría sería muy oscuro porque mi piel es muy pálida pero no le doy el gusto de hacer una mueca de dolor.

-Me estás lastimando, imbécil. -hablo molesta tratando de soltarme pero él disimula con mi mano en sus labios- Suéltame, Hudson.

Aprieta más y cuando por fin me suelta tengo toda su mano tatuada en mi muñeca y me duele. Cómo si no hubiera pasado nada llama a un camarero y pide la comida, ni siquiera me pregunta que quiero comer o si quiero hacerlo, solo decide por mi. La comida llega y yo no tengo hambre pero si dolor dónde me lastimó.

-Come. -dice empezando a comer.

-No me gusta el pescado. -miento, además me hizo pasar un mal rato y no tengo hambre.

-¿Por qué mierdas no me dijiste cuando ordené? -pregunta de forma brusca.

-¿En algún momento de la noche me has preguntado que quiero? Pues no, ni siquiera quiero estar aquí contigo. -respondo con rabia.

«Si yo paso un mal rato, él también.»

-Maldita sea, todo tiene que ser a las malas contigo, levántate que nos vamos. -deja la servilleta en la mesa y se levanta.

-Quiero ir al baño primero. -hablo levantándome.

-Vamos. -suelta colocando una mano en la parte baja de mi espalda.

Camina conmigo hasta el pasillo donde están los baños y cuando encuentro el de damas abro la puerta entrando y él se viene detrás de mí.

-¿Qué ha… ?

No termino de preguntar porque me besa y me pega a la pared golpeándome la cabeza en el proceso y cierra la puerta.

-Te encargaste de joderme la noche desde que nos encontramos pero por lo menos va terminar bien porque me darás una probada de lo que será mío muy pronto. -habló intentando tocarme debajo del vestido pero empiezo a pegarle en la cara para que me deje en paz.

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