Capítulo 16.

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Dieciséis.

Nuestros hijos.

Había sido un día muy cansador y confuso con respecto a las emociones, y por suerte, ya se había hecho la hora de que taza taza, cada LAUTARO a su casa.

Mi opinión sobre él había cambiado un poco después de ver su lado sensible y que no era tan superficial como yo pensaba.

Me ponía bien que captó la situación al toque, bajó tres cambios y sólo se encargó de hacernos reír toda la tarde. Sólo eso necesitaba: Distraerme.

Lo despedimos en la puerta y nos echamos hechas percha en el sillón a mirar tiktok con la tele prendida en televisión pública.

En una hora y media iba a empezar la cadena nacional, así que no nos preocupamos mucho.

"Gordita, necesito tu ayuda"-Santi💰.

<<Que raro>>.

Le pregunté qué había pasado, lo esperé tres minutos y no me respondió.

Quizás se confundió de chat...

Seguí mirando tiktoks por unos diez minutos, hasta que me respondió.

"¿Bordó o Azul?"-Santi💰.

<<¿y a éste qué le pasaba?>>.

"Bordó".

Me clavó el visto.

Bueno, andate a cagar jajaja.

Me aburrí de estar con él teléfono, así que me puse a molestar a mi rubia tarada y aburrida.

- Cami...-La patee despacio- ¡Caaamiii...!

Le canté

-¡QuéEeEe!.

Me siguió el juego.

-Dame bolaa.

Dejó el celu.

-¿Cuántas veces me dijiste que estuvieron juntos?.

-Dos.

-Bueno, a todo esto me dijiste que el chavón te acabó adentro. Mira, si vos decidís que sea así, se pueden ir a hacer examenes de VIH y todas esas boludeces, y te pones el chip.

No había pensado en nada de eso. Todo este tiempo estuve al cuidado de Santi y por alguna razón había dejado toda responsabilidad en sus manos.

- Si, mal- Le acaricié la pierna- tenés razón.

Charlamos un poco más, riéndonos de las ocurrencias de Lautaro, y un poco descansandome por las cosas que me pasaban en el depto estando sola.

Sola.

Pasó la hora de manera bastante ágil, así que en lo que en el noticiero se preparaban y dilataban la situación, subimos el volumen.

Al momento de la verrdadd, ya habíamos sacado todos los cueros por sacar, así que sólo quedaba prestar atención a Milei.

Comenzó su discurso, pero sin antes el bullicio de aplausos y chiflidos por parte de la Libertad Avanza y el Pro panquequero.

Mientras Javier hablaba, yo sólo podía pensar en si Santiago seguiría nervioso como me había dicho antes de irnos.

Santiago Caputo- Inesperadamente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora