El miércoles por la mañana me llamó Lucía pero como lo tenía en silencio no me enteré y cuando vi su llamada perdida y la llamé, primero me preguntó cómo estaba, y luego se enfadó cuando le dije porque no le había contestado.
-Lo que tienes que hacer es bloquearlo y punto.
-No es tan fácil Luci.
-¿Como que no? Como las tiritas, un tirón y fuera.
-Mira que eres bruta.
-Pues menos mal que no me has oído hablar con él, bueno hablar lo que se dice hablar no ha sido.
-¿Como que has hablado con él?
-Él muy idiota me llamó ayer, como si yo le fuera a decir dónde estás.
-¿Que te dijo?
-Nada que te deba importar, Eva.
-Bueno eso lo tendré que decidir yo, ¿no?
Lucía se quedó callada.
-Tienes razón, perdona.
-Estoy harta de que os creías con derecho de tomar decisiones por mí, ¿Por qué pensáis que sabéis mejor que yo lo que necesito?
-Tienes razón, ya te he dicho que lo siento.
Entonces fui yo quien se quedó callada.
-Ayer me llamo Lucas, estaba muy preocupado. Me pidió, no, me rogó que le dijera si sabía algo de ti.
-¿Pero te dijo porque me fui?
-Me dijo que una ex suya le engañó y que con la ayuda de una amiga de ella que trabaja de recepcionista en la masía, le hicieron unas fotos y te las mandaron a ti.
-¿Así que fue Paula?
-No me dijo su nombre. Pero por lo que tú me dijiste en las fotos se estaban besando, ¿no?
-Si, en dos de ellas.
-Pues a no ser que esa Paula sea una experta en Photoshop, él no es la víctima si no el culpable.
Yo me quedé callada.
-Por dios Eva, ¿te lo estás pensando?
-No, claro que no.
Otro silencio.
-Me pidió que te dijera que recuerdes la carta que te escribió y que cuando estés preparada te lo explicará todo.
-No me puedo creer que le hayas hecho caso.
-Bueno, la verdad es que después de todo lo que le dije, que siguiera pidiéndome que le ayudará demuestra lo desesperado que está.
-Me da igual Lucía, me mintió, otra vez.
Después de hablar con Luci no podía dejar de pensar en Lucas y en lo que le había dicho a Luci que me dijera. Intentaba recordar palabra por palabra la carta que me dejo en la cesta. Por lo que recordaba, en ella me decía que me quería y que estaría cerca para cuidarme, y que me esperaría todo el tiempo que yo le pidiera.
Necesitaba despejarme un copo, porque aunque de momento solo tenía molestias, si seguía dándole vueltas mi cabeza y el ojo, irían a peor. Por lo que pensé en salir a correr un poco. Pero solo había traído unas sandalias y mis converse blancas y como son de las tobilleras no sirven para correr, y tampoco tenía nada parecido a ropa de deporte. Por lo que me fui a pasear.
Acabe en una calle llena de tiendas. Había una pequeña de decoración que tenían un montón de fotos expuestas, pero en lugar de ponerlas en marcos o pegarlas, habían puesto unas cuerdas y las tenían colgadas de ellas con unas pinzas pequeñitas. Saqué mi móvil y le hice una foto, pensé que era una buena idea para las fotos de la fiesta de la vendimia.
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REINICIARSE A LOS 40
RomanceUna novela divertida y romántica, que nos cuenta la historia de Eva. Que a sus 42 años, no está en su mejor momentos y decide darle un cambio radical a su vida. Pero buscando la calma que ella cree necesitar, encuentra a Lucas. que la alterará en to...