Capítulo 13 : Sospechas

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Había pasado un rato ya desde que hablé con Lucas, pero no podía dejar de sonreír.

Había pasado toda la noche conmigo, se había quedado a dormir conmigo. Y ni siquiera habíamos tenido sexo, solo habíamos dormido abrazados. Y también había dicho que "cuidaremos juntos a Magni", eso significaba algo, ¿no?

Intenté trabajar en la web, pero no podía concentrarme. Así que me puse a ver videos y cosas en internet.

Sobre la seis de la tarde llegó Lucas. Llamó al timbre, pero cuando le abrí la puerta no entro, venía llenito de barro.

-Solo vengo a darte un vaso y me voy a la ducha de cabeza.

-Madre mía, ¿pero dónde te has metido?

-En el campo cariño, en el campo.

Me besó sin tocarme, solo juntando nuestros labios.

-Anda ves a ducharte.

Se fue a su casa diciéndome que no cerrará del todo, que en nada estaba allí.

Thor se había sentado en el porche y cuando Lucas se metió en su casa, él se levantó para seguirlo.

-Espera amigo.

Lo llamé.

-Te he comprado unas cosillas, ¿Quieres verlas?

Le rasqué la cabeza y le abrí la puerta cediéndole el paso. Y no sé si me entendió, o si sin saberlo hice alguna señal para que entrara, pero entró en casa.

Le había puesto la colchoneta nueva en el patio, justo donde le gustaba tumbarse. Y también le deje allí un hueso que parecía de dinosaurio y que el señor de la tienda me dijo, que les gusta mucho por su sabor y que les va muy bien para limpiarse los dientes. La colchoneta era lo bastante grande para que se pudiera tumbar cómodo y de un color azul muy parecido al de los maceteros y las contraventanas.

Lo miré salir al patio y olfatearlo todo, y me preocupó que los ignorara y se tumbara en el suelo. Pero no, cogió el hueso y se tumbó en su nueva cama, primero a lamerlo y luego a mordisquearlo.

Cuando un rato después Lucas salió al patio, recién duchado, con los pantalones cortos un poco más abajo de donde deberían estar y sin camiseta, casi se me cae el móvil de las manos. Me había sentado en el columpio a seguir mirando el móvil mientras lo esperaba, pero con Lucas así, se me olvidó lo que estaba viendo.

-Pero bueno ¿Que le has comprado?

Dijo mirando a Thor con su súper hueso.

-Es un huesito, me han dicho que es bueno para sus dientes.

-¿Huesito?

-A ver, él es grande, necesita un hueso y una cama grande. Y parece que le gusta.

-Ya te digo, si le gusta.

Lucas se sentó a mi lado.

-Lo vas a malcriar, ¿verdad?

-Puede que un poquito.

-Pero al pequeñín hay que educarlo.

-Podemos educarlo en el amor y el cariño. Es un bebé.

Le puse ojitos y él se echó a reír.

Cambié las sabanas de mi cama y limpie todo otra vez, quería que estuviera todo perfecto. Quería que les gustara mi casa y que pensaran que no me había equivocado al venirme a vivir a la España profunda, como la llamó Lucía.

Luci me dijo ayer que Samuel la recogería a la una en el trabajo y que saldrían desde allí, que ni siquiera iban a pasar por su casa. Así que llegarían sobre las seis más o menos. Tenía muchas ganas de verla.

REINICIARSE A LOS 40Donde viven las historias. Descúbrelo ahora