Estoy nerviosa, hoy es un día muy importante para mí. El año pasado ya viví mi primera fiesta de la vendimia, y fue increíble. Es verdad que nos tocó correr con la decoración y los últimos preparativos, ya que la fiesta fue solo unas semanas después de nuestra vuelta de Valencia y además yo volví con las muletas y las llevé casi tres semanas. Pero este año es mucho más especial.
Para empezar estamos viviendo en la masía mientras acababan las obras de nuestras casas, o mejor dicho, de nuestra casa. Porque hace unos meses decidimos que no tenía sentido seguir con dos medias casas y un muro separándonos, así que empezamos las obras para hacer de nuevo una sola casa, pero actualizada.
Además mi padre, Esther y las niñas llevan ya una semana de vacaciones con nosotros y ayer llegaron Samuel y Lucía para la fiesta de la vendimia.
Así que la masía es una locura. Nos estamos quedando todos aquí, en las tres suites. Una de ellas la hemos reorganizado para poner una segunda cama doble, y en ella están mi padre con su mujer y mis hermanas. En otra estamos Lucas y yo con Thor y Magni, que aunque durante el día no hay quien los vea porque se pierden por los viñedos, por la noche no quieren dormir fuera. Y en la tercera se han instalado Lucía y Samuel.
Y además están montando el escenario para la orquesta, las mesas y sillas para la cena, probando la megafonía, comprobando las guirnaldas de luces, y mil cosas más todas a la vez.
Y yo estoy con Lucía, esperando a Marta que nos tiene que traer las fotos que les ha hecho a los empleados, para añadirlas a la decoración igual que hicimos el año pasado. Que fue todo un éxito, y este año creo que será aún mejor, porque Marta me ha dicho que las fotos son mucho mejores.
-Ya estoy aquí.
Entra Marta con una caja en las manos.
-Ya era hora.
Le digo yo.
-No me riñas que no he dormido nada, me quedé hasta las tantas editando las fotos.
-Te dije que no lo dejaras para el último día, que parece fácil pero tiene lo suyo.
-Que sí, que tenías razón. Pero como él año pasado lo hiciste tú, pensé que sería más fácil.
Lucía y yo nos miramos y ella se echó a reír.
-¿Eres consciente de que me acabas de llamar tonta?
Le digo a Marta.
-Lo siento, en mi cabeza no sonaba así. La culpa es de los filtros.
Me dice con cara de trasto.
-¿Que filtros?
Pregunta Lucía.
-Los que no tiene.
Le digo. Y Marta y yo nos miramos y nos da la risa.
-¿Cuál es el chiste?
Pregunta Lucas que acaba de entrar.
-Hola cariño, son tonterías nuestras.
-Vengo a secuestrarte un ratito.
-¿Porque? ¿Pasa algo?
-Están pasando muchas cosas ahora, y todas a la vez, por eso es el momento de sacarte un rato de todo este follón.
-Ahora no puedo cariño, tenemos que poner todas las fotos.
-Tienes que parar. Mira nos tomamos una Infusión de menta y te relajas un poco, yo te doy unos cuantos besos, que eso me relaja a mí, y luego subes a cambiarte antes de que empiecen a llegar todos.
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REINICIARSE A LOS 40
Roman d'amourUna novela divertida y romántica, que nos cuenta la historia de Eva. Que a sus 42 años, no está en su mejor momentos y decide darle un cambio radical a su vida. Pero buscando la calma que ella cree necesitar, encuentra a Lucas. que la alterará en to...