Introducción

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El cielo estrellado parecía una obra de arte para los dueños de aquellos pares de ojos que lo observaban detenidamente

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El cielo estrellado parecía una obra de arte para los dueños de aquellos pares de ojos que lo observaban detenidamente. Ellos parecían demasiado concentrados observando como las estrellas se iban moviendo poco a poco, el viento jugaba con sus cabellos al mismo tiempo que una reconocida melodía comenzaba a sonar en el ambiente donde se encontraban.

- Hey, te he dicho que es un poco molesto que tú oso cante esa canción - comentó Hyunjin al momento en que escuchó la ya reconocida letra.

- No digas eso enfrente del Señor Abrazos, harás que se sienta mal - el menor aferró el agarre que tenía con su oso de peluche, haciendo que la canción sonara una vez más al momento de presionar su abdomen.

- Debiste aceptar mi propuesta de llamarlo Formalhaut - el de cabellos negros comentaba sin dejar de admirar la luminosa noche que estaban viviendo.

- No me gusta ese nombre, es feo - Felix comentó mientras levantaba su peluche para después volver a tomarlo entre sus brazos -. Además, no sé que significa.

Hyunjin rodó los ojos mientras soltaba un suspiro de frustración.

- Formalhaut es el nombre de mi estrella favorita, es parte de la constelación Piscis Austrinus, mejor conocida como El Pez Austral. Es de las estrellas más brillantes del cielo nocturno - el niño explicó con entusiasmo a su mejor amigo, que lo miraba con algo de extrañeza.

- Eres un nerd - soltó el más bajo antes de soltarse a reír al ver la expresión de fastidio en el rostro de su compañero.

- Eres un grosero - Hyunjin se cruzó de brazos mientras cerraba sus ojos con algo de molestia.

A la par de eso, sintió unos pequeños brazos rodeando su cuerpo haciendo que sus ojos reaccionaran al instante; abriéndose. Felix lo abrazaba demasiado fuerte como si su vida dependiera de ellos.

- Eres mi nerd favorito - susurró el menor aferrándose cada vez más al cuerpo de su amigo, que le correspondió el abrazo al instante.

- Tienes suerte de que te quiera mucho.

Ambos niños siguieron mirando el cielo nocturno pero ahora parecían más cómodos, puesto que Felix tenía su cabeza reposada en el pecho de Hyunjin, teniendo el privilegio de escuchar el corazón latente del más grande, quien a su mismo tiempo se encargaba de acariciar suavemente los cabellos castaños de su amigo.

El silencio que los había envuelto fue interrumpido nuevamente, aunque en está ocasión no fue culpa de Felix ni de su oso con aquella fastidiosa canción, sino que se trataba de la mamá del pequeño, la cual había deslizado la puerta que daba acceso de la cocina al jardín.

- Oh Hyunjin, no sabía que seguías acá - habló la mujer mientras se acercaba a dónde se encontraban los niños.

- Lo lamento - respondió el anteriormente mencionado mientras se levantaba rápidamente con nerviosismo.

- veíamos las estrellas, mami - Felix le sonrió para después dirigir su mirada hacia arriba.

- Es tarde, Hyunjin debe irse - la mayor acarició suavemente los cabellos de su hijo -. Entren a la casa, ahora mismo llamaré a la madre de tu amiguito - susurró con dulzura.

- Vamos Jinnie, podremos ver la televisión en lo que vienen por ti - Felix tomó de la mano a su amigo para entrar a toda velocidad al interior de la casa, sin darle oportunidad a su amigo de pronunciar alguna palabra hacia la mayor.

La mujer negó al verlos tomados de la mano, caminó unos pasos para volver a su casa, cuando su paso se vio obstruido por el juguete de su hijo. Lo tomó con sus manos para soltar un suspiro al escuchar una vez más la canción que la atormentaba todas las noches.

"Estrellita, ¿dónde estás?."

Estrellita, ¿Dónde estás? - Hyunlix. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora