Capítulo tres

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Felix despertó demasiado emocionado, era Sábado por fin, su primera semana de escuela había sido un total éxito, las clases eran algo aburridas según lo que pensaba, pero aún así cumplía con todos sus deberes marcados

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Felix despertó demasiado emocionado, era Sábado por fin, su primera semana de escuela había sido un total éxito, las clases eran algo aburridas según lo que pensaba, pero aún así cumplía con todos sus deberes marcados.

– Buen día, campeón – la puerta de su habitación fue abierta dejando mirar la imagen de su padre.

– ¡Papi! – se levantó corriendo de su cama para llegar a donde su progenitor, que lo esperaba con los brazos abiertos para finalmente alzarlo por los aires.

– Mamá sé fue desde temprano y hoy tengo el día libre, pensaba en que podíamos pasar todo el día juntos, tú y yo solos como padre e hijo – mencionaba el mayor con demasiada alegría, contagiándosela a su pequeño.

– ¡Me encantaría! – el niño gritó eufórico, acababa de despertar, quizá por ello tenía tanta energía.

– Bien, vístete rápido porque saldremos a desayunar – el hombre dejó un casto beso en la mejilla del menor.

– ¿Crees que el Señor Abrazos pueda acompañarnos?, sí lo dejo aquí se sentirá muy solo – SeunHee soltó una pequeña risa ante lo que había escuchado.

– Claro el Señor Abrazos irá con nosotros, así que asegúrate de que vaya elegante – el niño asintió de forma alegre para después ser bajado de los brazos de su padre por este mismo –. Iré preparando el auto, en unos minutos subiré por ambos.

Feliz entre risas y cosquillas hizo que su padre saliera de su habitación para así poder arreglarse para aquel día. Tomó a su pequeño oso para reproducir la canción que siempre cantaba aquel juguete.

– Tenías razón Señor Abrazos, es bueno saber que para mí papá no soy un estorbo, ni para él ni para Hyunjin – hablaba en un tono de voz bastante feliz, hace mucho no salía con su padre y eso le emocionaba demasiado.

– Tenías razón Señor Abrazos, es bueno saber que para mí papá no soy un estorbo, ni para él ni para Hyunjin – hablaba en un tono de voz bastante feliz, hace mucho no salía con su padre y eso le emocionaba demasiado

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Hyunjin corría rápidamente mientras buscaba un lugar para esconderse del hombre que venía persiguiéndolo. Su corazón latía fuertemente ante tal adrenalina.

– Jinnie – aquella voz masculina canturreó cada vez aproximándose más y más a donde el niño se encontraba.

El pelinegro se encontraba escondido en el closet que había en la habitación de huéspedes, intentaba regular su respiración para así evitar que se escuchara algún sonido que delatara su estancia ahí.

Estrellita, ¿Dónde estás? - Hyunlix. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora