Capítulo ocho

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Dongyul tenía el corazón roto y parecía que nada podía repararselo, ni siquiera un dulce beso de Misuk o sentir una patadita de la criatura que la mujer llevaba en su vientre

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Dongyul tenía el corazón roto y parecía que nada podía repararselo, ni siquiera un dulce beso de Misuk o sentir una patadita de la criatura que la mujer llevaba en su vientre.

Tragó con fuerza al sentir sus lágrimas deslizarse por sus mejillas. Las gotas saladas parecían quemar su piel por el simple motivo de su salida.

El auto se paró de forma brusca, así que el hombre que lo conducía se bajaba con demasiado apuro, sus pensamientos no hacían más que culparlo por haber dejado a su hijo con aquel hombre tan ajeno a él. Jamás le había gustado pensar en lo que hubiera pasado antes de tomar cierta decisión porque sólo le haría sentir más mal de lo que debería, pero ¿y si….?

Tocó la gran puerta intentando mantener la calma sin embargo no podía, no cuando sus manos temblaban por tener a su hijo en brazos.

– ¿Por qué tanto maldito alboroto? – una voz femenina se coló por sus oídos girándose para ver a aquella mujer.

Eunji recién llegaba de su tan alargado viaje, había ordenado a su novio que inventara cualquier excusa para que el padre de su hijo no se llevara al niño un día más a su casa, éste le dijo que todo estaba bajo control así que ella no se preocupó por mucho. Su rostro parecía confundido pues no sabía el comportamiento de su ex marido y el por qué se encontraba en su hogar a tales horas de la madrugada.

– Hyunjin me necesita – se escuchaba totalmente alterado y más aún al ver que la fémina frente a él parecía demasiado calmada –, ¿Dónde mierda estabas?

La mujer rió secamente: – Lo que haga o no con mi vida no es tu asunto, así que ya lárgate que Hyunjin hoy se queda conmigo.

Dongyul negó algo aturdido por la situación, no se iba a ir de aquella casa sin haber abrazado a su hijo, no había estado tranquilo desde que Hyunjin había marcado a su celular pero al momento de escuchar su voz había terminado la llamada.

– No me importa lo que hagas con tu vida Eunji, pero se trata también de mi hijo, me preocupo – la mujer le miró de mala manera, Dongyul cambió su tono de voz a uno más tranquilo, ya que no quería más problemas por ser altanero –. Déjame entrar, él me necesita.

– Lárgate de mi casa de una buena vez – Eunji se posicionó frente a la puerta sin intención de dejar a su ex esposo entrar, no quería que Kyung lo viera adentro de la casa aunque lo más probable era que estuviera dormido.

– ¡Hyunjin me necesita! – gritó escandalizado sin poder controlar sus nervios –, No me hagas derribar la puerta.

– Quiero ver que lo intentes – la mujer lo miró de forma retadora sin saber que aquel hombre lo tomara tan en serio.

Hwang empujó a la mujer del lugar donde estaba para después comenzar a golpear la puerta intentando abrirla.

– ¿Qué mierda te sucede? – Eunji gritó de forma dramática al ver cómo el hombre por fin lograba derribar la entrada a su casa –. No te atrevas a entrar porque llamaré a la... ¡Dongyul!, ¡maldita sea, Dongyul!

Estrellita, ¿Dónde estás? - Hyunlix. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora