Música

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El Año Nuevo se aproxima y la magia de la Navidad está por extinguirse como la llama de una fogata que está consumida casi hasta las cenizas.

Martín, que está mirando fijamente su peculiar árbol de Navidad, inevitablemente piensa en Nia. Aunque no lo admitiera en voz alta, había pasado gran parte de su tiempo en los últimos días pensando en ella y en lo poco que compartieron, aunque también en lo mal que lo hizo sentir abrirse con ella para luego darse cuenta de su equivocación.

Lee una y otra vez las cartas que ella le envió, y nada parece encajar en esa narrativa de venderle los detalles de su vida privada a la prensa, principalmente porque ella se ha escondido del ojo público desde lo sucedido y segundo porque absolutamente nada más sobre él ha sido filtrado. Ni su dirección, ni fotos o detalles sobre su casa, nada de nada.

Sería una total mentira si dijera que pasó Nochebuena solo en un rincón extrañándola, porque sus amigos lo habían invitado a salir de fiesta y justo eso hizo, aunque ciertamente se preguntaba mentalmente qué estaría haciendo ella, y cómo lo habría iluminado todo con su presencia si estuviera ahí con él.

Era extraño para él ¿Cómo una persona pudo colarse así en su vida en tan poco tiempo?

- Siento que es como esa canción que al escucharla por primera vez sabes que es tu nueva canción favorita y ya no quieres soltarla más ¿Eso tiene sentido?

- Uy mi niño usted sabe que las analogías musicales son mis favoritas - le dice Villamil entusiasmado del otro lado del teléfono - Pero que las use usted me hace ruido. Esa muchacha paisa me lo cambió - se ríe.

- Déjeme ¿Para eso me llamó? - lo acompaña en su risa - Bueno, no sé, en todo caso ella no llamó más.

- ¿Vos te estás escuchando? Yo tampoco te habría llamado más después del brote psicótico con el que la llamaste. Ni siquiera le diste chance de defenderse - habla la novia de Villamil que claramente se infiltró en la conversación por estar a su lado y que tiene más información de la que Martín le habría dado.

- ¿Y qué puedo hacer entonces?

- En primer lugar dejar de llamar a mi novio y llamarla a ella - Martín ríe.

- ¿Y en segundo?

- Use la música niño, siempre es la respuesta, no importa cuál sea la pregunta - responde Villamil.

- Use la música niño, siempre es la respuesta, no importa cuál sea la pregunta - responde Villamil

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Martín está sentado en un sillón, esperando pacientemente ser anunciado.

- Vaya, vaya. Miren a quién tenemos aquí.

Sus ojos café se posan sobre el joven que de inmediato se levanta para un abrazo.

- ¡Qué hubo tocayo! - lo saluda.

- La buena, muchacho ¿Qué haces por acá?

- Solo quería saludar antes de que terminara el año - le dice con una sonrisa inocente que hace que se le marquen los hoyuelos.

Una Carta de Navidad ~ Martín Vargas (Morat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora