Había una vez, un lunar.
Había una vez, otro lunar.
Había una vez, una constelación en tu espalda,
y mis dedos rozaban
cada una de tus galaxias.
El lunar.
Había una vez, un lunar.
Había una vez, otro lunar.
Había una vez, una constelación en tu espalda,
y mis dedos rozaban
cada una de tus galaxias.