Capítulo 20

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DIA 1 DE ENTRENAMIENTO

Escucho algo parecido a una alarma.

Busco mi celular para apagarlo.

Espera ...

- Maldita sea el día en que nací -me tapo la cara con la almohada y grito a forma de desahogo.

Corro hacia el botón para apagar la sirena auto programada. Nos explicaron ayer que cada habitación cuenta con su propio despertador y para apagarlo debemos presionar un botón al costado de la puerta.

Son las 5:30 am según marca el reloj empotrado, tengo 30 minutos para prepararme y caminar hacia mi primera clase. Voy por la Tablet, ya me grabé mi horario, pero quiero asegurar que me toca este curso maldito a esta hora maldita

¿nadie conoce que es el sueño de belleza acaso?

Lunes

6:00 am - 9:00 am: Condición Física

Ya no espero nada de la vida definitivamente.

Me coloco mi nuevo uniforme que consta en un pantalón camuflado negro de entrenamiento, polo y botas del mismo color que acompaño con un moño bajo tan ajustado que siento como jala hasta las últimas neuronas que me quedan.

Bajo por las escaleras y me dirijo hacia el campo abierto donde es que se realizara esta clase. Llegando me doy cuenta que en el pasto están marcados unos círculos y los que ya llegaron se encuentran parados sobre ellos, asimilo y copio lo que hacen ubicándome en un de esos círculos de la tercera fila.

Llegan los últimos cadetes y todos esperamos parados hasta que volvemos a escuchar una sirena, pero esta se escucha en toda la sede al parecer.

- ¡Buenos días! - esa voz, esa horrible voz.

- ¡Buenos días capitán! -responden todos al unísono al saludo de Sariel

- Dijo ¡Buenos días! - habla la otra capitana y siento que me da una pequeña mirada y opto por tomar el camino del bien.

- ¡Buenos días capitán! -esta vez me uno con todos al saludo y a la pose erguida que recordaba desde el instituto. Tengo despertar ya, detesto el sentimiento de quedarme atrás.

- Me agrada que ya se hayan ubicado, siendo el primer día, hoy solo será trabajo en campo y no crean que por eso será fácil -nos da un vistazo a todos - ¡10 vueltas por el perímetro! ¡Los últimos repiten!

Salen todos corriendo, pero yo no escuche la autorización.

- ¿Ya?

- ¡YA! -me grita y salgo corriendo por la cancha de 400 metros.

Sé que no llegare primera, no tengo ese condicionamiento, pero no soy tonta.

Alcanzo a los últimos y bajo el trote guardando fuerzas, pero quedando a la par. A la 5ta vuelta ellos se cansan y aumento mi potencia para alcanzar a los de en medio, atravieso unos cuerpos, en la 8va vuelta continuo con el ritmo asegurando no volver con los de atrás, en la última vuelta, cambio mi respiración para trotar con toda mi capacidad, y finalmente llego, no siendo la última, es más, hasta pase a muchos de en medio.

La inteligencia nunca es suficiente, tienes que ser vivaz.

- Ustedes - dice Esme, la coach, y señala a los últimos 10- Repitan -los cadetes respiran rápido y vuelven a hacer lo mismo.

Pasamos 2 horas y 30 minutos haciendo ejercicio, burpees, sentadillas, dominadas entre otras cosas y admito que no sobresalí en ni una, pero tampoco fui la peor, y por ahora, eso me sirve.

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