Capítulo 34

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DIA DE ENTRENAMIENTO 14

Azhra se ha vuelto una buena compañía dentro, compartimos la pasión por la tecnología, compartimos ideas y nos enseñamos mutuamente algunos avances propios de cada una. Nunca tuve una amiga que compartiera esta ciencia conmigo, de hecho, siento que olvide como socializar con mujeres después de 3 años de rodearme de puro sexo masculino debido a mi carrera, que tampoco compartían los mismos gustos que yo.

Voy de camino a la clase de tecnología y programación, usualmente la que está ahí antes es Azhra y el capitán Oliveira llega después, justo cuando toca la campana. Paso por la puerta de la sala de tecnología y, como lo pensé, Azhra está frente a la pantalla principal.

— Hola Azhra

— Oh, hola Andrómeda— con una sonrisa a la que ya estoy acostumbrada.

— ¿Qué haces? —me siento a su lado

— ¿Recuerdas tu ojo de Dios? — se ríe y achina un poco los ojos mientras yo le muevo la cabeza en afirmación — Le genere una plataforma más simple ¿Te gusta? — me muestra la pantalla mostrando los tableros.

Patente el ojo de Dios junto a Azhra, ya que yo di la idea, pero ella la ejecuto en cuestión de segundos, cosa que se me hubiera dificultado.

— Me gusta, se ve más sencilla de maniobrar

— Si, cuando termine la mandare al área de prototipos —aleja la vista del computador— Esto te ayudara mucho — me da un abrazo— Sumara puntos en tu curriculum y las sedes de afuera querrán venir a reclutarte.

Me sigue incomodando un poco esa idea, de ser soldado.

— Si ...

— ¿Por qué no te ves alegre?

— No es eso, o sea ... — exhalo de manera exagerada, no sé cómo explicar cómo me siento

— Tranquila, si no lo quieres decir no lo hagas, está bien — me da otra "sonrisa Aries" como yo le digo

— Gracias

— No te preocupes, sé que puede ser agobiante el "ser un soldado", yo misma tuve esa sensación, pero si esto es lo que te apasiona, se vuelve sencillo de seguir, te lo prometo.

— ¿Tú ...? —no sé si preguntar de la vida personal sea buena idea, pero ella me da el pase para que continúe con mi pregunta —¿Tú siempre quisiste estar acá?

— No — se ríe a carcajadas— Quise ser colaboradora en la NASA, pero mi familia le es fiel a la FMAC americana.

— ¿Por qué a la americana? — pregunto muy rápido y explico — No quiero que suene mal, pero por tu apellido sé que tienes descendencia india, ¿No debería ser la FMAC asiática?

— La FMAC americana no solo es la mejor por los soldados o por armamento, son el continente más mmm — duda antes de seguir — Preocupado por el bienestar, digámoslo así

— ¿Digámoslo? ¿No es entonces?

— Esta FMAC recibió a mi familia después que haya sido exiliada de India — ¿Será que puedo preguntar el por qué? — Y si te preguntas por qué, lo sintetizare en que mi país tiene costumbres y cuando no las cumples, te menosprecian como la peor cosa.

— Según lo que leí, las federaciones pueden ofrecerte asilo en cualquiera de sus regiones, ya que tu familia es prestigiosa para la entidad

— No me paso a mí, omitieron el caso, no importo ni el apellido, ni la religión, simplemente nos mandaron un mensaje diciendo que no se involucraban para no quebrantar la tradición india porque eso generaría más problemas — sus ojos brillan a causa de que quiere llorar — El gobierno indio nos confisco todo lo que teníamos, casas, cuentas, carros, cualquier propiedad, solo nos quedamos con el efectivo. Eso nos llevo a vivir en una choza en el bosque de Salyan en Nepal, mis hermanas pequeñas se preguntaban qué había pasado y les respondíamos que solo era por el momento, que todo mejoraría —me ve directamente— Recibimos llamadas de América a los tres meses, nos contactaron y dijeron que podían darnos asilo acá, en Estados Unidos, sin pensarlo aceptamos. Después, mis papás tomaron los empleos dentro de la FMAC, en el área contable, meses después iniciamos un juicio con India, ganamos gracias al apoyo al despacho de abogados de la entidad y se nos devolvió todo lo que en su momento perdimos, nos volvimos a consolidar, y la familia Celik juro lealtad a la FAMC americana, y no podía estar más feliz. No odio a mi país, pero si a los que lo gobiernan.

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