— ¿Dónde estabas?
— Tenía sed — le resto importancia a la pregunta de mi hermano— ¿Por qué?
— Me llamaron del conjunto de abogados de la FMAC, tengo que ir ahora a la sede, entiendo si te quieres quedar
— No, me voy, estoy cansada, ya van hacer las 5 a.m. — bostezo forzadamente y a mi lado llegan mis dos amigos— Y más rato tengo que enseñarles algo de programación a estos.
— ¿A nosotros? —se ven
— Ya se los había comentado
— No es ciert... — piñizco el brazo del pelinegro
— Me falto enseñarles otro método fácil para el próximo examen de programación — veo a ambos con los ojos muy abiertos
— ¿Si?
— Si
— Bueno si —terminan por decir
— Está bien entonces, despidámonos de los demás y en minutos salimos, le dejare mi carro a Bastián y yo manejo el de Andrómeda para llevarnos a casa— afirmamos y el sale en una dirección más que clara.
— ¿No te despedirás de todos, querida amiga? — me pregunta el rubio
— No, estoy cansada
— Yo creo que si deberías despedirte ... — me ve mientras entrecierra los ojos— Ya sabes despedirte con el brazo, no con la boca.
— ¿Tratas de decirme algo?
— Solo digo que si estas cansada es porque has hecho algo desgastante — me guiña un ojo
— ¿Eh?
— Que el rojo te va muy bien— golpea mi codo
— De hecho, no me gusta, es un color muy chillón y ...
— Shu! Shu! Ya me entenderás después cuando hablemos
Boca, desgastante, rojo.
Le encuentro relación a sus palabras que me traen de nuevo aquel momento.
— ¿Cómo?
— Shu!
— Pero...
— Shu! — me calla con su dedo — Después me lo contaras señorita
— ¿Me perdí de algo? — interroga Paulo
— Tú perdiste desde que viste a la capitana — contesta David y, curiosamente, el otro se sonroja
— ¿Qué paso con Francesca?
— Cosas — levanta los hombros
— Que no paso, dirás — le toca la punta de la nariz— Cuando lleguemos a la casa de Andro y antes de quedar en coma por 6 horas, creo que los tres tendremos una conversación.
— Yo no necesito una conversación, solo mostrarte un video
— No te atreviste —lo señala
— Y de todos los ángulos — ambos se ven con indignación
— Antes de que ocurra otra cosa, salgamos
Ambos hombres me hacen caso, y salimos a las afueras del club esperando a Aries. Cuando llega, subimos juntos a mi carro en camino a casa. Los 4 estamos callados, pero no por aburrimiento en sí, si no por cansancio.
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What I Have
AksiEn el día de su graduación, Andrómeda, ve su vida tomar un giro inesperado cuando es reclutada por una organización que bien conoce pero con la que no quería relacionarse del todo. Su mente analítica y su afán de éxito la impulsan a enfrentar las pr...