La teoría de la felicidad | MDZS.

15: Desaparecido y reencuentros inesperados.

Despierta solo en la gran montaña, no hay rastros de los hermanos Wen o Wei Wuxian. Se suponía que se despedirían de los Wen y junto a Wei Wuxian partiría hacía Gusu Lan, en donde Jiang Yanli se encontraba.

Al parecer ha sido abandonado a su suerte.

Desesperado verifica su energía espiritual, siente un alivio al notar como zidian no brilla y nada fluye en su interior. No han realizado un transpaso de núcleo.

‹—Si ha decidido vivir como un humano normal, lo entiendo. —Wen Qing les sonríe—. Mi hermano y yo partiremos mañana al amanecer, no tenemos nada que hacer aquí.

Wen Qing se deshacía del traje oscuro con el cual suplantaría a Baoshan Saren.

—Gracias por la hospitalidad, señorita Wen.

Jiang Wanyin sabe sobre las reglas que incumplieron al tenerlos en su casa durante una semana.

—No hay necesidad, joven Jiang.

—¡Ya basta! ¡Wen Qing, recuerda que él se va a casar! —Wei Wuxian protesta al sentirse ignorado.

—¡Wei Wuxian! ¡Imprudente! —La médica está indignada, su única intención fue mostrar amabilidad. ›

Lo más probable era que los Wen ya hayan partido, pero no entiende por qué Wei Wuxian no está, el único lugar al que puede ir es al pueblo, Jiang Wanyin espera que realmente se encontrara allí.

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Ha preguntado en distintos puestos, ha descrito cada característica de Wei Wuxian con tal de obtener alguna pista, pero nada. Cansado, decide sentarse en un pequeño callejón oculto, recuesta su cabeza contra sus rodillas, sus manos rodean sus piernas, protegiéndose del viento frío que comienza a correr.

La noche cae, Jiang Wanyin no se mueve de aquel lugar, pasará la noche en vela, tal vez pueda encontrarse con Wei Wuxian durante la madrugada, tiene la esperanza de que sea así.

Wei Wuxian no lo abandonaría a su suerte, si no lo encuentra es porque algo ha ocurrido. ¿Ir a casa de Wen Qing sería una buena opción? Mientras más ayuda mejor, pero no está seguro de esa decisión, Wen Chao o algún otro soldado puede encontrarse allí.

—Joven, ¿de casualidad me puede guiar a una posada? estoy perdido...

Jiang Wanyin iba a negarse, buscar a Wei era su prioridad. Existen varias personas capaces de ayudar al extraño.

Escucha el escándalo que arman unos cuantos soldados Wen.

—Wei Wuxian lo pensará mucho en el infierno por meterse con nuestro líder, ¡espero que ese bastardo tenga una miserable muerte!

—Es una lástima que la mano derrite núcleos no se encontrara aquí, ¿por qué el líder de Secta lo mandó a llamar justo ahora?

—¿Puede ayudarme a encontrar la posada, por favor? —Lo jala lejos de los perros Wen, que aún fanfarronean, sin notar su presencia.

Al estar apartados, el desconocido quita su capucha, dejando ver el rostro sonriente de Lan Xichen. Se ve extraño; ya no viste las túnicas blancas de su Secta, tampoco lleva el cintillo que lo identifica como un Lan.

Estando en una situación complicada, teniendo que esconder sus identidades para no morir a manos de Qishan Wen, vivir en incognito es lo mejor.

—Te extrañé. —Su cuerpo es abrazado con delicadez por los cálidos brazos del hombre, de algún modo Jiang Wanyin se sentía protegido—. Lamento lo que pasó en Lotus Pier.