22: Negación.

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Bengalas de la Secta Yunmeng Jiang se observan en el aire, el hermoso color violeta ilumina el azul del cielo.

Jiang Wanyin escucha distintas voces siendo seguidas por los pesados pasos de las personas que han decidió internarse en el bosque. Es un simple espectador de los aprendizajes de una Secta a la cual, alguna vez, perteneció.

Parece ser una práctica de cacería, instrucción a los discípulos para cuando tengan la oportunidad de ser parte de una cacería nocturna oficial, siente curiosidad en saber quien es su instructor, aún sabiendo que no puede permitirse ser visto por otros.

Opta por alejarse, hace años tomó su decisión, ahora debe respetarla.

Estando al pie de una montaña es interceptado por un gran grupo de discípulos, algunos apuntan con sus arcos, otros llevan a la mano sus espadas.

—¿¡QUÉ HACES AQUÍ!? —Grita quien parece ser el líder del grupo.

Jiang Wanyin no responde, siendo un mero espectador hasta que tomen su decisión.

Cubre aún más su rostro, evitando el contacto visual con alguno de ellos.

—Llamen al líder, es él quien debe decir que hacemos con el intruso.

Entre todos parecen debatir. ¿Alejaron a cualquier discípulo para tener el bosque solo para ellos? Está más que claro que no es alguna competencia, tampoco un entrenamiento. Hay algún espíritu maligno acechando a los alrededores.

Nuevos pasos y voces se escuchan, sus manos se hacen puños frustrado. Es un mal momento para encontrarse con alguien más, su deseo de estar solo fue estropeado.

—¿Joven maestro? —La dulce voz de la mujer es capaz de hacerlo reaccionar, sin negarse a mirarla.

Es su Jiejie, porta túnicas de color morado entero, un poco sueltas, en su hombro cuelga una cesta de flechas y en su diestra sostiene al arco. Su cabello recogido, con la pequeña diadema que la distingue como líder de Secta.

Ella se sorprende al descubrirlo, sus bellos ojos marrones se llenan de lágrimas. Con temor, se acerca a abrazarlo, ignorando a todos a su alrededor, abraza a su pequeño hermano con el miedo de que desaparezca.

Otro grupo de jóvenes aparece corriendo, detrás a de ellos llegan dos de los discípulos principales de la Secta Yunmeng Jiang.

Wei Wuxian y Wen Qing. Cuestionaban la acción de Jiang Yanli, puesto a que, con la capa, el rostro de Jiang Wanyin se mantenía oculto para los demás.

—A-Cheng. —Susurra la líder, acariciando con delicadeza el rostro del errante.

Los murmullos entre todos no se hacen de esperar, los discípulos principales se acercan a los jóvenes, comprobando lo dicho. Era él, regresó.

En la carpa principal, donde se supone que Jiang Yanli descansaría esa noche, se encuentran todos reunidos. Jiang Wanyin había intentado excusarse con el simple hecho de que debe partir pronto, siendo ignorado y llevado a rastras hasta el campamento.

No se a quitado la capa, aún con la insistencia de su hermana.

—Volviste.

Jiang Yanli rompe el silencio, con emoción.

—Fue un accidente, yo no debo estar aquí. —Interviene preocupado.

Wei Wuxian niega. —Hace cuatro años volviste a Muelle de Loto, hace cuatro años también desapareciste sin más después del nacimiento de Li Jie.

—Es lo mejor.

Jiang Wanyin se ve patético y débil, sin tener buenas razones para huir de allí.

Jiang Qing ingresa a la carpa con medicinas en la mano, observando al joven maestro con nostalgia.

—En este bosque no hay buenos medicamentos, he traído algunos, por si los necesitas.

Wei Wuxian y Jiang Yanli saben que deben dejarlos solos, después de todo, son quienes tienen más por hablar.




Jiang Wanyin despierta en la sección de curanderos de Qinghe Nie, Lan Xichen está a su lado, tocando una suave y antigua melodía originaria de Gusu Lan con Liebing.

—A-cheng...

No responde, inmediatamente toma una cubeta y vomita. Su cuerpo se siente pesado, aún más que las veces anteriores. Sabe que, si sigue así, tendrá que dejar de cargar a Sandu consigo.

—¿Qué haces aquí? Se supone que debes estar con tus discípulos, instruirlos para la guerra. —Parece una acusación, pero en el fondo se preocupa por todo lo que sucede.

Lan Xichen niega, guardando a Liebing.

—Tu salud es más importante, A-cheng. —Piensa lo que dirá, esperando que no sea tomado a mal—. A-cheng, ¿pensaste sobre nuestra alianza?

Jiang Wanyin esquiva su mirada, volviendo a recostarse cierra los ojos, esperando que el tema quede en el olvido.

—A-cheng.

—No lo haré, soy el líder de la Secta, no dejaré que mis discípulos mueran en el campo de batalla mientras yo estoy sin hacer nada en un salón. —Protesta con enojo.

—Tu salud no te permite luchar, no debes estar aquí.

—¡No me iré! ¡No me casaré contigo sin antes haber reconstruido mi Secta, Lan Xichen! —Le reclama, sintiendo nuevamente en dolor recorrer por su ser.

Cargar un arma espiritual y usarla, lo debilita, incluso lo destruye poco a poco desde dentro.

Lan Xichen no reprocha, solo saca a Liebing y vuelve a tocar la misma melodía, la cual ayuda a tranquilizar el interior de la persona.

La alianza entre Gusu Lan y Yunmeng Jiang salió a la luz, distintos líderes cuestionaron su decisión, a otros no les importó. Lan Xichen pensó que realiza ya la boda puede ser una solución para que la Secta Yunmeng Jiang vuelva a su antigua gloria sin que Jiang Wanyin tenga que sacrificar su propia vida para realizarlo.

Fue rechazado, Jiang Wanyin desea reconstruir su Secta con su propio esfuerzo, no con el esfuerzo de los demás. Desea ser él quien haga que su hogar vuelva a sentirse como un hogar. 

La teoría de la felicidad | MDZS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora