11: Que tengas una buena vida.

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Zidian volvió a convertirse en anillo cuando amaneció y los jóvenes estaban lo suficientemente alejados de su Secta, cansados por pasar la noche en vela, tratan de mantenerse activos mientras buscan algo para remar la barca.

Wei Wuxian y Jiang Wanyin encuentran dos grandes trozos de madera bajo los asientos, decidieron utilizarlos como remos, Jiang Yanli espera sentada puesto a que sus hermanos le pidieron que descanse.

La mente de Jiang Wanyin es un caos, no puede mantener un solo pensamiento firme. Primero Gusu Lan, su prometido desaparecido, ahora Yunmeng Jiang, con el estado de sus padres en el incognito.

Sin importar el resultado que obtenga, jura vengarse de los perros Wen.

Dejan a Jiang Yanli en el bosque a las fueras de la Secta, prometiendo volver con información de lo sucedido. Jiang Wanyin está ansioso, es ambicioso al pedir que sus padres se encuentren bien, quizá y los Wen solo los hayan encarcelado, quiere creerlo.

Trepa a los tejados que rodean Lotus Pier junto a Wei Wuxian, observando la destrucción de todo su hogar, los cuerpos esparcidos de los discípulos con los cuales una vez compartieron momentos divertidos juntos. Siente el odio recorrer cada parte su ser, esos malditos Wen lo han destruido todo.

—Jiang Cheng, vayamos más a la derecha, así veremos el salón principal. —Susurra Wei Wuxian tocando su hombro.

Jiang Wanyin está de acuerdo, con cuidado se bajan del tejado y sin ser vistos se desplazan hasta llegar al muro que dará el punto final. Wei Wuxian es el primero en subir, indicando que no hay nadie a los alrededores, Jiang Wanyin escala y se recuesta junto a Wei Wuxian, así no notan su presencia.

Su cuerpo pesa, se siente demasiado nervioso para su gusto.

En el salón principal se encuentra Wen Chao, que al parecer consuela a Wang Lingjiao. Los cuerpos de los líderes están en el suelo, frente a ellos.

Jiang Fengmian y Yu Ziyuan se toman de la mano, sus rostros se miran directamente y al parecer, momentos de morir fue cuando pudieron darse cuenta de lo que cada uno sentía.

Jiang Wanyin quiere ingresar, pero Wei Wuxian lo jala, no permitiendo que cometa una locura. Varios discípulos Wen se acercan a observar por el ruido de la cerámica caer, así que tienen que huir.

Jiang Wanyin es el que corre más aprisa, dejando atrás a Wei Wuxian. Se encuentran en un cultivo de cebada, lo cual impide que se muevan rápidamente, cansado de todo, Jiang Wanyin cae, limpiando las traicioneras lágrimas.

Wei Wuxian queda de pie tras él, dejando un espacio en el cual pueda desahogarse con tranquilidad.

—No... —Jiang Wanyin se levanta, comienza a caminar de regreso a Lotus Pier.

Wei Wuxian lo toma del brazo, deteniéndolo. —¿A dónde piensas ir? El tío Jiang y Madame Yu están muertos.

—¿Y qué? ¡Si no regreso no tendré a donde ir! —Intenta librarse del fuerte agarre—. ¡Wei Wuxian!

—¡Morirás si vas!

Jiang Wanyin está harto, harto de no poder ser de utilidad.

—¡Estoy cansado de ti y de lo que dices! —Lo abofetea, tumbándolo al suelo—. ¡Piérdete!

Jiang Wanyin aprovecha la debilidad de Wei Wuxian y corre, manteniendo distancia entre ambos cuando Wei Wuxian lo sigue.

Era así hasta que Wei Wuxian salta a su espalda.

—¡Jiang Cheng! Me dijeron que te cuide, así que tranquilízate.

—¡Wei Wuxian! ¡basta!

Jiang Wanyin gira, tomando del cuello a Wei Wuxian.

—¡Dime porqué! ¿Por qué ocurrió esto? —Retroceden con cada paso, Wei Wuxian toma las muñecas de Jiang Wanyin, tratando de liberarse—. ¿Por qué tenías que ser el héroe?

Caen en el pasto, pero Wei Wuxian sigue siendo prisionero de la ira y dolor de Jiang Wanyin.

—¡Te lo advertí! ¡Te dije que no te metieras en problemas por lo demás! ¡Dime porque ignoraste cada una de mis palabras Wei Wuxian! —Vuelve a llorar, odiando toda la situación—. ¡Yo solo quiero a mi papá y a mi mamá de regreso! ¡Los quiero devuelta! ¡Pero nada los traerá!

Suelta el cuello de Wei Wuxian, cansado y patético, de esa forma es como se ve el joven Jiang. Sus lágrimas no cesan, en cambio, llora con más fuerza.

—Quiero a mi familia, los discípulos... ¡Ninguno de ellos existe!

Quiero que este día no exista jamás, que sea una triste pesadilla. Ser capaz de despertar y saber que todo en Lotus Pier sigue igual.

El llanto de los dos discípulos en lo único que se puede oír en el desolado lugar, hasta que caen en un profundo sueño por su cansancio.

Jiang Wanyin sabe que era irremediable, tarde o temprano los Wen atacarían a Lotus Pier con cualquier otra patética excusa. Lo ocurrido con Wei Wuxian fue un adelanto a sus planes.




Jiang Wanyin es el primero en despertar, observa a Wei Wuxian hacer unas cuantas muecas mientras duerme, lo más probable era por la incomodidad, así que decide no despertarlo o siquiera hacer algo que implique moverse de la improvisada cama.

Acaricia a zidian repetidamente, recordado las palabras de sus padres. ¿Si hubieran tenido más tiempo, ellos le habrían dirigido la palabra sin verse en la necesidad de gritar? ¿se hubieran sincerado en los sentimientos? ¿o permanecerían siendo un hogar con varias grietas por sanar?

Wei Wuxian ya ha despertado, lo siente por el movimiento de las plantas, pero él es incapaz de levantarse, su mirada está perdida, sumergido en un mar de pensamientos los cuales buscan torturarlo.

Wei Wuxian, lo siento.

Hirió la persona que en la infancia prometió proteger, todo a causa de su propio odio.

—Jiang Cheng, es hora de irnos. —Toma la mano del joven, incentivándolo a levantarse.

Es en vano, el brazo de Jiang Wanyin cae al suelo, el joven no tiene reacción alguna.

—Recuerda que shijie está sola, ella nos espera con respuestas.

Su jiejie, su hermana, la única familia Jiang que le queda. Se pone en pie, rodeando a Wei Wuxian.




Al llegar al bosque donde Jiang Yanli se encuentra, la pueden ver sentada en una gran roca, acariciando el jade que portan los miembros de la familia. Sintiéndose aliviada al verlos volver, sabe que no recibiría alguna buena noticia.

Sus miradas perdidas y llenas de dolor, Wei Wuxian es el único capaz de acercarse por completo a Jiang Yanli, Jiang Wanyin ha preferido quedarse a unos cinco pasos de distancia. No tiene el valor para dar la noticia sin llorar.

La teoría de la felicidad | MDZS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora