La teoría de la felicidad | MDZS.

2 : En la Secta Gusu Lan.

Partirían a la Secta Gusu Lan para recibir sus lecciones, y Jiang Wanyin pedía, no, rogaba a sus ancestros que Wei Wuxian no hiciera de las suyas en el clan.

Se encontraba nervioso, era la primera vez que partirían solos a un Clan, y más aún cuando el futuro líder era su prometido, aquel que vuelve a ver después de siete años.

—A-Cheng. —Su jiejie lo llama con suavidad. Ella no podía partir hacía Gusu Lan, en esos momentos se encontraban despidiéndose—. Cuídate mucho, recuerda siempre comer. No te enojes mucho con A-xian.

Jiang Wanyin suspira, eso era algo que no podía prometer. Intenta, trata de concentrarse en sí mismo y dejar a Wei Wuxian hacer sus locuras, pero no puede, tiene miedo de lo que pueda ocurrirle si hace lo que le plazca.

Wei Wuxian es un alma libre y curiosa, lo acepta tal y como es. Pero a diferencia de su Die, no puede tener la conciencia tranquila sabiendo los riesgos que corre por ser así.

—No te preocupes, shijie. A-Cheng y yo nos sabremos comportar.

Wanyin agradece en silencio la interrupción de Wei Wuxian, ambos marchan entre bromas hasta el barco que los espera.

Durante el camino a Gusu Lan, Wei Wuxian se la pasó durmiendo, Wanyin quiso hacer lo mismo, pero sus pensamientos intrusivos no eran capaces de dejarlo en paz. Esta era su tercera jarra de té, lo ayudaba a mantenerse distraído, la combinación entre una taza de té y la vista que ofrecía el viaje en mar era un gran deleite.

¿Tendría que actuar como un discípulo invitado más? No sabía si Lan Xichen estaría presente en las lecciones, eso era incómodo. Esperaba que sus encuentros fueran pocos, agradecería a los cielos si él se encuentra ocupado por los deberes de su Secta.

Cuando pararon en Caiyi no esperaban perder su invitación, el joven heredero quería ocultarse en donde no llegaran rayos de sol, estaba perdiendo la cara de la forma más estúpida posible. Wei Wuxian intenta hacer recapacitar al discípulo que custodiaba la entrada, fallando.

—Sin la invitación no pueden pasar, Jóvenes Maestros. Les recomiendo volver a ciudad de Caiyi antes del anochecer.

—¡Joven Lan, hemos caminado largas horas desde Caiyi! No sería justo que nos hagan regresar de tal forma, mi hermano aquí presente es el prometido del joven heredero Lan, ¡puede ir a preguntar!

Wei Wuxian y su bocota.

Un joven vestido completamente de blanco salía del clan, su rostro siquiera mostraba emoción alguna, a su lado se encontraba otro discípulo Lan, sus túnicas blanco con azul y una sonrisa en el rostro.

Eran idénticos, si no fuera por el color de ojos, podrían ser confundidos con facilidad.

—¿Qué ocurre aquí? —Cuestiona el discípulo sonriente.

Jiang Wanyin puede jurar que ha visto a los jóvenes alguna vez en su vida, si hubiera sido un encuentro reciente, los recordaría con facilidad, pero su mente no tenía nada.

—Maestro Lan. —Saluda con una reverencia—. Los Jóvenes Maestros me informan que han perdido su invitación, insisten en ser perdonados esta vez.

—Hermano.

¿Maestro Lan? ¿Hermano? ¡Son los dos jades de Lan!, Lan Wangji y Lan Xichen. Observa a Wei Wuxian, quien también parece haberlo descifrado, sin querer que diga una tontería, niega. Esto no era Yunmeng Jiang, deben respetar las reglas de una Secta ajena sin protestas.

—Lo siento, no podemos dejarlos entrar sin invitación. Es una de las reglas para asistir a las lecciones.

Sin más, ambos jades parten, dejando a la Secta Jiang fuera.