La Escritora

15

Dennis respiraba a bocanadas, la molestia de la espalda que le caía en gran parte del lado trasero, parecía bajar y subir como un mazo que a ratos le golpeaba oprimiéndole los pulmones.

Se dijo con poca convicción que de salir vivo de ese lugar dejaría el cigarrillo que debió contribuir a empeorar el dolor.

Poco había dormido en la posición de estar sentado en la silla y atado de muñecas y tobillos.

Hacía ratos logró acostumbrarse al olor a orina que emanaba de él. Se había orinado en los pantalones antes del alba y poco después que el sol remontó iluminando toda la habitación.

Pese que había gritado al hijo de puta de Ben, no hubo otra alternativa que hacerse encima.

Ben lo había llevado al baño ayer por la noche. El hombre pelirrojo estaba preocupado, según por lo que sabía Ben había estado en la cabaña de Laura "ahora quien juega con quien" se dijo este cerrado los ojos.

Incluso le había enseñado ese desgraciado el mensaje que le envío a la escritora. Ponía que no debía buscarlo ¿Cómo se habría tomado esta el hecho de que alguien hubiese entrado en su cabaña? Laura no era ninguna tonta, se dijo Dennis abriendo los ojos y mirando el techo.

Pronto tendría que ponerse en contacto, sin embargo, Ben llevaba ventaja eso era innegable. Las cosas no resultaron y no lo harían.

La sensación que caían en picada era sofocante, pronto los dos tocarían fondo en esa caída, pronto... "la navaja, siempre lleva dos, hijo" recordó el consejo de su padre.

Estaba en una habitación con poco decorado; era la de la segunda planta. Ben había movido la cama hasta la pared trasera, sacado la mesa de noche y solo estaba Dennis, sobre la silla y nada más.

Dennis se había concentrado desde que vio salir el sol en escuchar el sonido de la cabaña, sobre todo si el auto de Ben se ponía en marcha.

Creyó oír en determinado momento un par de veces una puerta cerrarse, ahora solo aguardaba, rogando que el silencio que había caído en ese lugar persistiera.

Mientras tanto uso el peso de su cuerpo para tantear que tanto podía maniobrar con la silla, y luego siguió un ejercicio agotador de frotar su pie (donde guardaba la navaja en el calzado) para comprobar si podía logar zafarse el zapato.

Cuando estaba a punto de emprender su plan, que consistía en volcar la silla, esperando no golpearse la cabeza en la caída, para luego quitarse el zapato e intentar arrastrarse como fuera hasta el zapato, y tal vez con una de sus manos atadas poder sacar la navaja e intentar cortar la soga, escuchó la voz de Ben afuera.

Al inicio Dennis no comprendió que gritaba o a quien hasta que afrontó los gritos como un golpe en el vientre "¡Laura!" si, eso gritaba el infeliz de Ben "pero.... ¿Qué mierdas esta pasando?" por un instante fugaz, Dennis pensó en gritar a su vez, en pedir auxilio o decirle a la escritora que huyera, sin embargo la incertidumbre de no saber porque Ben gritaba a Laura, le hizo pensar mejor las cosas "tienes mucho trabajo por delante" se dijo así mismo para acto seguido intentar mover la silla con el balanceo de su pecho hacia adelante y hacia atrás.

**************************************

Ben le sonrió a la escritora al verla dirigirse hacia él, volvió a alzar la mano en forma de saludo.

Había bajado del bote que ató junto al diminuto muelle. Dejó la caña de pescar y los dos peses en el suelo, nada lo altero, o eso se percibía a simple vista.

Había visto a la escritora hacia ratos, sin que esta lo notara. La intriga de verla próxima a su cabaña, a Ben le fue como una descarga eléctrica de bajo impacto, pasajera "el ratón es atraído por el queso" pensó.