1-¿Y qué si soy diferente?

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-No debes de ir -Dijo mi madre siguiéndome hasta la salida de nuestro hogar

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-No debes de ir -Dijo mi madre siguiéndome hasta la salida de nuestro hogar.

-Tienes razón, no debo, pero quiero -Me gire a encararla -Diecinueve años madre, no conozco el mundo fuera de estas puertas y ese jardín -Sus ojos están llorosos -Madre entiendo que estes preocupada, pero no puedo vivir bajo tu falda y la de padre toda mi vida -Tome sus mejillas entre mis manos -Te amo y te agradezco que me protejas, pero si sigues así no voy a tener una vida digna -Sus labios temblaron.

-¿Y si te lastiman? -Preguntó con su voz cortada -Las otras razas se sentirán amenazadas contigo -Pegue mi frente junto a la suya.

-Ya no soy una niña, mami -Bese su sudorosa frente -Puedo apañármelas allí fuera -Limpie sus lágrimas antes de intentar alejarme.

-¿Te despediste de tu padre? -Preguntó sosteniendo mi mano.

-Lo hice en la mañana antes de que saliera al pueblo -La jale hacia mi cuerpo apretándola en un cálido abrazo -Prometo cuidarme y volver con muy buenas historias para contarles -Sostuve sus pequeñas manos entre las mías e intente transmitirle un poco de paz con mis ojos -Criaste a una guerrera, no a una debilucha temerosa de conocer el mundo real, debes de sentirte orgullosa de la mujer que criaste, no aterrada de su potencial -Agacho su cabeza asintiendo un par de veces.

-Es cierto, Te amo Shivani, vuelve pronto y trae recuerdos para guardar en el gabinete -Ambas reímos -Te extrañaremos mucho, no seas muy testaruda ¿si? -Asentí sonriéndole.

-Adiós madre, espero verte pronto -La abrace una vez más.

Camine sin mirar atrás, se que si lo hago voy a querer volver para abrazarla una vez más; estoy emocionada por mi primera aventura en el mundo real, sin embargo hay algo en mi pecho que me pide no dejarla sola, quiero retribuirle ese sentimiento al miedo a lo desconocido y a que simplemente ya extraño a mi madre apesar de que vi su hermoso rostro hace menos de diez minutos.

Vivimos en un lugar hermoso, lleno de miles de árboles gigantes muy verdes que en inverno pasan a ser muy blancos, un lugar mágico y misterioso, mi padre dice que este lugar aún es desconocido por muchas razas y que muchas de esas lo han buscado sin parar por miles y miles de años, según él hay algo muy preciado que puede volver a las razas mucho más poderosas, por eso el bosque se encarga de ocultarse muy bien.

Y justamente por eso decidí salir tan temprano en la mañana, el bosque tiene veinticuatro posiciones que varían según las horas del día y según su antojo, muchas veces las posiciones se combinan y crean un laberinto que incluso mi padre en sus más de noventa años viviendo en este lugar aún desconoce y puede perderse.

Hice mis cálculos durante más de una semana de pequeñas exploraciones y está hora es la más fácil para lograr encontrar una salida, el problema está en que lo más seguro es que la salida esté a horas de nuestra cabaña, no lo sé, sin embargo estoy dispuesta a afrontar este reto como parte de mi aventura.

La chica de cristal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora