Harry Potter Y La Puerta Secreta 🪡

Expedición

—De dónde sacaste ese muñeco?.
Petunia mira el muñeco con sorpresa y nota el parecido con Harry.

—¿Tú lo hiciste?

—Ah...Qué?.
Apenas prestaba atención a su alrededor, mientras limpiaba el comedor, seguía distraído pensando en su sueño, que no se había dado cuenta que había llevado al pequeño Harry sin esconderlo fuera de la vista de sus tíos como hacía siempre.

—¿Tu hiciste esto? Repite exasperada.

—Me lo encontré así debajo de mi cama.
Responde nervioso sin mirarla.

—Dime la verdad niño, el muñeco es igual a ti. ¿Cómo lo hiciste?, esto parece tan bien elaborado, ¿Desde cuándo sabes coser?.

—No miento, de verdad me lo encontré así.

Petunia solo lo vió con fastidio y desagrado.

—Entiendo, es otra de tus rarezas entonces. ¿No puedes actuar como un niño normal por una vez?, incluso el dia de hoy estas como en las nubes.

—Lo siento. Es que.. anoche, tuve un sueño muy extraño y....

—Todo en ti es extraño y aberrante. Mejor cállate.

—Es que de verdad fue extraño. Soñé con mis padres, pero no lo eran sino que eran mis otros padres.

—Pero de que diablos estás hablando, ¿que otros padres?

—Se parecían mucho a mis padres pero tenian botones en vez de ojos, los ví cuando entré en la puerta pequeña de la sala, mi otro padre sabía tocar el piano, mi otra madre me sirvió pavo asado y pastel, y en mi habitación había juguetes que se movían.

Su tía lo mira con confusión y aún más desagrado que antes.

—Definitivamente estas demente niño. Ojos de botón, por dios.

En eso entra Dudley al comedor pidiendo postre cuando apenas era de mañana.Ve el muñeco en las manos de su madre y se lo quita bruscamente

—¿Qué es esto? ¿Por qué se parece a Harry?

—¡Dámelo! Es mío.
Exclama alzando el brazo, asustado de que su primo dañe a su amigo.

—¿Tu se lo hiciste mamá?. ¿Por qué? Yo también quiero uno.

—Yo no lo hice, pero te coseré uno igualito a ti y aún más lindo.

—¡Dámelo ya Dudley!.
Se acerca entonces para quitárselo pero su primo lo empuja y sale corriendo con el muñeco mientras lo va batiendo contra las paredes. Harry lo persigue para recuperarlo.

Corren por toda la casa hasta que Dudley lanza el muñeco por la ventana del segundo piso y Harry rápidamente corre hacia la puerta, saliendo afuera a buscarlo.

Dió la vuelta a toda la casa para encontrarlo en un charco, quedó mojado y con lodo, pero intacto.

—Oh no. Tranquilo pequeño Harry, yo te limpiare lo mejor que pueda.

Quiso entrar nuevamente a la casa pero la puerta no abría, Dudley le puso el seguro. Desde la ventana, le sacaba la lengua burlándose de él.

Entonces va hacia la puerta trasera de la casa que conecta con la cocina. Al entrar su tía lo detiene.

—¿A dónde crees que vas? Saliste afuera sin permiso, esto no es un hotel donde sales y entras cuando te plazca. Ahora te quedas afuera hasta que vuelva tu tío del trabajo.