Harry Potter Y La Puerta Secreta 🪡

¿Un mago?

Salió disparado por las escaleras hacia la sala. Al llegar a la pequeña puerta se arrodilla e intenta abrirla pero no se mueve, lo vuelve a intentar más fuerte pero es inútil, esta cerrado.

—¿Qué intentas hacer niño? Y ¿cómo saliste de tu cuarto? Vernon te cerro con llave.

Era cierto, lo habían encerrado con llave y aún así...esos ratones.....
¡Si!...lo sabía, era real.

—No te quedes ahí callado como un idiota y responde mocoso infernal.

—No lo sé, solo abrí la puerta y salí, tía, ¿Tú cerraste esta puerta?.

—Eres un mentiroso, y de paso ladrón, esa llave no te pertenece.

Invadió su cuarto. Pensó irritado.

—Pero...¿Por qué la cerraste?.

—Había heces de ratas, era asqueroso, tenía que cerrarla para que no entraran más alimañas. De todas formas ¿que te importa una puerta inútil?. Lo que faltaba, que te volvieras loco pensando en un mundo mágico al otro lado de la pared.

-¿Me podrías devolver la llave? por favor tía.

—No te la pienso dar y estás castigado sin cenar por llevarte cosas que no son tuyas. Te encerrare otra vez en tu habitación, así te mantienes más en el mundo real ¡Y ya deja de perder el tiempo y ve a hacer el desayuno.!

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Quedó destrozado, ya no podía volver.

Lo único que podía hacer ahora era ir por toda la casa buscando la llave sin que su tía se diera cuenta.

Y así paso su cumpleaños número 11, y siguieron pasando los días y semanas, pasó Julio y Agosto y aún estaba buscando sin exito la llave de la puerta. Su tía lo había escondido demasiado bien.

No tenía muchas oportunidades para buscar libremente.
Su tía estaba encima de él, vigilandolo y estando pendiente de cada cosa que hacia, pocas veces lo dejaba salir, solamente si era para arreglar el jardín.
Comenzó a estar así el día de su cumpleaños, cuando le llego una carta a su nombre. Y ni siquiera pudo leer la carta porque su tío lo lanzo a la chimenea.

A partir de ese día cada semana llegaba otra carta dirigida a él y su tío también las lanzaba al fuego o las rompía, sentía curiosidad pero no le importaba tanto en realidad, su mente estaba totalmente enfocaba en buscar la llave de botón.

En todo el tiempo que paso buscó en habitaciones, gavetas, bajo los muebles, tras las fotos y cuadros colgando, dentro de la chimenea, inclusive busco por fuera aprovechando las pocas veces que su tía lo dejaba salir.
Pero no había nada, el único lugar que no había buscado era la habitación de sus tíos, donde tenía prohibido entrar.

Ya había pasado demasiado tiempo sin ver a sus otros padres, queria ver a su familia, ya estaba decidido a entrar al cuarto de sus tíos y buscar la anhelada llave.

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Septiembre

Eran las cuatro de la mañana cuando caminaba sigilosamente hacia la habitación de sus tíos

Abrió la puerta cuidadosamente, menos mal ésta no chirriaba como las otras puertas.
Arrastrándose a gatas, recorrió la habitación. Busco en sus cajones,entre los calcetines, bajo la cama, en el armario, pero no encontró nada.
Ya estaba a punto de rendirse , solo se pudo quedar ahí de pie a punto de llorar de frustración.
Observo por un momento a los adultos dormidos, su tío boca arriba roncaba con la boca abierta como una ballena agonizante barada en la orilla.
Y a un lado, muy en la esquina estaba su tía, tan quieta con las manos juntas casi como un muerto. Su cuello largo y delgado llevaba colgando un cordón, y en él, se encontraba amarrada una peculiar llave con la forma de un boton.