Pasaron varias horas y, al fin, Kamran consiguió conducir hasta la casa. Sin embargo, habían pasado todo ese tiempo desnudos, en el coche, dejándose llevar por su instinto más primario. Yarim estaba dormido, completamente exhausto. Ni siquiera se percató de que habían llegado hasta que no estuvo entre los brazos de Kamran, en el interior. Entreabrió sus ojos y se encogió al ver la expresión completamente seria de su padre.Alhaitham estaba de brazos cruzados y les observaba con el ceño fruncido, ni siquiera les había dejado pasar de la entrada de la casa.
—Papá...
—¿Habéis perdido completamente la cabeza? —le cortó el alfa a su hijo mayor antes de que pudiera decir nada—. Venís oliendo a feromonas después de horas sin saber nada de vosotros, Aletheia me ha llamado... ¿Así que Yarim está en celo y os pareció una gran idea quedaros por ahí?
—Pero papá, es que no podíamos...
—Ni una palabra, Kamran. Eres un adulto así que no quiero excusas —recriminó el mayor y emitió un gruñido entre dientes—. Tienes responsabilidades y deberías saberlo.
—Sí, las tengo. Y eso incluye cuidar de mi omega cuando me necesita —respondió el joven alfa en un tono que nunca había usado con su padre, algo que sorprendió al líder.
Alhaitham volvió a gruñir y sus orejas se echaron hacia atrás ligeramente.
—Sabes de sobra lo que puede pasar si estáis juntos durante el celo, ¿en qué estabas pensando?
—No. Te equivocas... —replicó de nuevo. Sabía de sobra a lo que se estaba refiriendo; la marca. Sin embargo, había un detalle que su padre no conocía—. Ya no tiene sentido ocultarlo... ocurrió antes, antes de que entrara en celo. He marcado a Yarim.
Kaveh, que se había mantenido al margen, miró a Kamran como aquella vez en la que perdió totalmente su confianza. Para él, Yarim seguía siendo su pequeño. Trató de contenerse por Kalah, que se encontraba entre sus brazos, pero no pudo callarse.
—Aún sois muy jóvenes, Kamran —gruñó Kaveh—. Tu padre se controló más de diez años, ¿no podías esperar un poco más?
—Estaba intentando controlarme, Kaveh. Hemos sido responsables todo el tiempo y nos hemos reprimido por vosotros y porque quería que Yarim se centrara en sus estudios —se explicó mientras trataba de calmarse un poco—. Pero Yarim me necesitaba y yo también lo necesitaba. Somos destinados, estar lejos era una maldita agonía, vosotros deberíais saberlo.
Alhaitham tomó aire lentamente y su pecho se infló, aunque no relajó ni su postura ni su expresión. Pasó la mirada de uno a otro mientras trataba de procesar lo ocurrido y observó, por primera vez, la marca en el cuello de Kamran. Era visible y sin embargo no había reparado en ella antes. Aquello era cosa de ambos, no podía reclamarle solo a su hijo mayor. En cierto modo, él mejor que nadie lo entendía. Recordó todos los años en los que la necesidad de marcar a Kaveh resultaba insoportable, hasta el punto en que alguna vez habían pasado el celo separados el uno del otro. Estaban casados y el deseo de Kaveh por no ser marcado les había distanciado un tiempo, aunque nunca había hablado de eso con su marido.
—Sé lo difícil que es aguantar, Kamran. Y sí, sé que duele estar separados. Pero no son las formas... —Alhaitham soltó el aire que había contenido y miró a su marido. Estaban marcados, no había nada que hacer—. Será mejor que hablemos de esto tranquilamente, pero no penséis que vais a usar esta casa de picadero. Lleva a Yarim a su habitación y ve a casa de tu madre, no os quiero ver cerca, al menos hasta que el celo pase. Después ya hablaremos.
—No —sentenció Yarim—. Voy a pasar mi celo con Kamran y si no es aquí será en otro lado, pero no me voy a separar de él ahora...
El omega se había aferrado a su alfa tan fuerte que nadie podría separarlo. No podía evitarlo, su cuerpo lo reclamaba cada segundo a pesar de que estaba cansado después de la sesión del coche.
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Atados al destino
FanfictionCONTINUACIÓN DE: «Destinos entrelazados» ¿El destino lo marca todo? ¿Se puede jugar con él, burlarlo, salir del bucle? Quizá la única forma de huir de él sea la propia muerte... Portada: @scaravenxi