𝐈𝐗.

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Unos dos meses después, confirmaron oficialmente su relación y estaban cómodos con ello. Los dos se gustaban, los dos se respetaban y se deseaban lo mejor. Era lo que querían desde hace tiempo, aunque ninguno se atrevió a dar el paso hasta esa noche en la que Jungkook finalmente soltó las palabras que Taehyung tanto deseaba oír desde lo profundo de su corazón.

Por otro lado, estaban los amigos del pelinegro con una expresión jamás vistas en sus vidas mientras aferraban su mirada hacía el joven que se veía un poco incómodo por ello. Simplemente carcajeó con nerviosismo.

— ¿Qué? — Jimin pronunció en estado de shock con la lata de cerveza a medio camino hacía su boca, rompiendo el silencio, y observando con incredulidad a su mejor amigo con personalidad de conejo.

— ¡Nah! ~ — se escuchó seguido de una risotada mientras estos se intercambiaban billetes entre si, Mingyu con cara de querer matar a todos en esos momentos y Yoongi guardando con triunfo los billetes en su billetera.

— ¿Me estás cargando, Jungkook? — regresó el rubio, Jimin, a tocar pasto antes de levantarse de su lugar sin asimilarlo todavía.

— Dale flaco, igual era re obvio. — saltó el de ojos gatunos y se recostó despreocupado contra el respaldo de su asiento, llevando la pequeña botella de Soju a sus labios. — Pero nos alegramos por él y su nuevo chongo, ¿no? — Jimin y Mingyu asintieron. — Entonces no hay ningún drama.

Todo quedó en completo silencio en cuanto vieron a Taehyung acercarse hacía Jungkook, saludándole con un beso en el cachete y un tímido "hola" que a penas se logró escuchar para el menor. Este sonrió como tal estúpido enamorado antes de aferrar sus manos a la fina cintura de su hyung, atrayéndolo con ganas hacía él y comenzar a besarle toda la cara con cariño.

— ¡Ooah! — inesperadamente, alentaron aquellos tres con una sonrisa mientras uno de ellos silvaba en respuesta, observando la escena de amor entre esos dos tortolos enamorados.

Dando por finalizado aquellos besos, Jungkook plantó uno en su nariz, otro en su frente y nuevamente en sus labios con una sonrisa tonta en los suyos al ver la cara enrojecida del castaño, quién se escondió entre los brazos del menor demasiado avergonzado como para revelar una sola palabra. Aspiró aquel aroma característico de su novio y se relajó mientras este lo tomaba entre sus brazos, sin dejar de sonreír. Pronto volvieron a hablar animadamente, cambiando de tema y regresando a la conversación de carreras de auto, lucha libre y fútbol mientras bebían relajados sin algún problema ni ninguna situación incómoda de por medio. Taehyung ahora estaba sentado en el regazo de Jungkook jugando con la cadenita de oro que colgaba del cuello de este mismo, sin interés en hablar o interactuar en aquella reunión de los cuatro amigos. Era demasiado tímido para ello.

— Amor... — el susurró capturó su atención y levantó la vista para encontrarse con la mirada engatusada de Jungkook. — No quiero ser maleducado, pero tengo tremendas ganas de pegarte una manoseada. ¿Te importaría ir a otro lugar más privado? — no esperó respuesta que ya se había puesto de pie dejándolo en el suelo para tomarle la mano y tirar de él, obligándolo a seguirle. — Che, ya venimos... vamos a... Nos surgió algo.

Los tres amigos asintieron no muy convencidos, pero sin ser nadie para juzgar, se despidieron con una sonrisa y programaron una rápida salida para la próxima vez.

— Creo que no les surgió algo en sí... — objetó Jimin, viendo a su amigo Jungkook golpearle juguetonamente el culo a su novio por lo lejos y el rubio, antes de darle un trago a su bebida, levantó sus cejas despreocupado. — Pero como nunca me fuí de una reunión de amigos por una manoseada con mi pareja, no opino. — se encogió de hombros con una sonrisa divertida al escuchar a sus otros dos amigos reírse por sus palabras.

( . . . )

Unos suaves jadeos llenaron aquellas cuatro paredes de la habitación y las respiraciones agitadas aumentaban gradualmente, rodeando el lugar de un ligero ambiente pesadamente lujurioso mientras esos dos cuerpos se movían debajo de las las sábanas blancas en lo que se unían entre sí como imanes. Sus labios pegados el uno con el otro en cuanto las sensaciones del clímax se hacían cada vez más fuerte para ambos. Jungkook siguió embistiéndole con un ritmo ligero y suave, una de sus manos libres pasando por el falo erecto de Taehyung. Este estremeciéndose ante el contacto frío de la palma ajena paseando por su extensión mientras sentía su interior abriéndose paso, acorde el menor se enterraba con cuidado en él.

Gimoteó tímidamente el castaño con la mirada en sus intimidades uniéndose entre sí y sus brazos envueltos en la parte trasera de su cuello.

— J-Jungkook, — murmuró débilmente reacomodándose en su lugar, despegando su espalda del colchón para volver a alcanzar los labios ajenos entre los suyos — córrete dentro mío... por favor — le tomó por sorpresa al muchacho de arriba aquella tímida súplica y conectó su mirada con la de su hyung, preguntándole en aquel silencio sepulcral si realmente lo deseaba. — Hacelo...

Este sin esperar más salió con cuidado de su interior y, en cuanto hizo eso, su falo erecto golpeó su abdomen. Se deshizo del condón e inmediatamente su punta rosada, lubricada con el presemen, hizo aparición. Taehyung gimió de manera inconsciente ante la caliente escena y rápidamente atrajo al pelinegro, envolviendo sus piernas alrededor de la cintura ajena.

Alineándose en su entrada nuevamente, Jungkook comenzó a enterarse de nuevo en el castaño. Suspirando lleno de satisfacción.

— Te amo, Kim Taehyung. — confesó lleno de sentimiento entre besos en la piel expuesta y sensible del cuello su novio.

— Yo igual te amo más... — jadeó un poco adolorido en cuanto sintió la boca del menor succionando su piel en aquella zona.

Marcando territorio.

( . . . )

Al día siguiente todos estaban en completo silencio y algunos comían con tranquilidad de su plato, mientras que Taehyung jugaba con el trozo de carne pinchado en su tenedor un poco avergonzado. Esa reunión entre amigos parecía no haber sido buena idea.

— Están fuerte los mosquitos... — repentinamente dijo Jimin, llamando la atención de las personas en esa mesa. — ¿Qué?, el dengue no es broma. — se encogió de hombros antes de beber el poco contenido de su vaso y los demás intercambiaron miradas, finalizando en los dos tortolos; uno comiendo como pozo sin fondo y el otro a penas probando la comida.

Jungkook terminó de tragar para comenzar a beber de su vaso en cuanto comenzó a toser, dándose cuenta de las miradas.

— ¿Qué?

— Tremendo mosquito. — añadió NamJoon mientras su atención volvía a su comida en lo que Taehyung se tapaba disimuladamente el costado de su cuello, dónde había una severa pero notable marca de lo que había pasado la noche anterior entre él y su novio.

El pelinegro solo se limitó a sonreír con una expresión ligeramente enorgullecida.

— Que tiene dueño dice. — corrigió Jungkook.

Y todos comenzaron a reír mientras este recibía un pequeño golpe en su brazo por parte del castaño, exigiendo unas disculpas. Su menor se acercó a él para atacarlo a besos como disculpa, entre todo un ambiente alegre y humorístico por parte de sus amigos.

Al fin y al cabo, no todo era tan malo como parecía.




































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En mi mente sonaba más épico.

‿︵‿︵ ✧ ‿︵‿︵En mi mente sonaba más épico

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estúpido jeon, kooktae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora