Parte 12

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Louis se aferró con fuerza a los barrotes, gimiendo con sus ojos cerrados. La cabeza le dio vuelta y quería llorar en el hombro de Harry.

—Está bien —la voz de Harry fue demasiado baja. Un susurro que Louis escuchó justo a lado de su oreja.

El alfa casi calló sobre el pecho del omega cuando este apretó sus piernas alrededor de su cintura, cerrándose y ahogando a Harry de una forma deliciosa.

—No te muevas, te vas a lastimar —susurró con la garganta desgastada. Louis asintió, lamiendo sus labios y soltándose de la cabecera de la cama para abrazarse al cuello de su alfa.

El nudo se soltó en su interior sacándole un jadeo.

—Harry... —Apretó sus dedos en los hombros del chico que trataba de recuperar su aliento—. Harry...

Harry se giró de repente, recibiendo un chillido de Louis y una sacudida de su miembro dentro de su omega. El omega no dijo nada cuando cayó sobre el pecho del alfa, que lo encerró entre sus brazos y besó su frente sudada.

—¿Estás bien? —preguntó al terminar de correrse dentro de Louis. Él asintió y levantó su cabeza del pecho de Harry, con todos sus cabellos castaños pegados a su frente.

—Acabas de ensuciar mi nido. —Su frente se arrugó y miró al alfa con enojo, manteniéndose sobre sus codos para no cortar la vista que tenía de él.

Harry solo sonrió y apretó la gran cintura de Louis.

—Pero tú lo pediste —objetó con inocencia—, te dije que no era buena idea.

Louis rodó los ojos y se sentó sobre Harry, todavía con su miembro dentro de él. Se apartó sus cabellos en cámara lenta, tan despacio que a Harry se le escapó un ligero gruñido.

La pancita de Louis fue lo primero que relució al estar en esa posición. ¿No era muy grande para solo tener un mes?

—Estoy sucio —chilló con un puchero en sus labios.

—¿Quieres tomar un baño?

—No —Louis negó y miró a su pancita llena de su corrida con asco—, pero quiero limpiarme.

Harry sonrió mientras se sentaba en la cama, atrayendo a Louis a su pecho sin insistir demasiado como veces anteriores, ya que Louis se enredó en él con fuerza, gimiendo con dedos enterrándose en el cabello rizado de Harry y piernas aferradas a su espalda.

—Está haciendo mucho frío —Harry se arrastró fuera del nido y de la cama, sosteniendo a su novio por debajo de su trasero, sintiendo la humedad en sus piernas.

Louis sonrió y besó detrás de su oreja, sintiéndose tan feliz y amado luego de tanto tiempo.

—Lo sé —susurró mirando hacia la ventana. Los copos de nieve estaban comenzando a adornar las calles de la ciudad.


(...)

—¿Y? —Zayn cruzó sus brazos sobre su pecho y arrugó su frente.

—Estoy embarazado —Louis susurró con vergüenza y mejillas sonrojadas.

—¡Eso ya lo sé! —gritó el omega morocho, indignado—, y no gracias a ti. ¿Ahora Liam es quien debe informarme sobre tu estado, Louis?

El castaño se encogió de hombros y se abrazó más al abrigo que Harry le había dado al salir de casa. Estaba en pijama, pero no podía importarle menos.

Era Zayn, después de todo.

—Es un embarazo delicado —explicó—, fuimos a un médico y dijo que debo cuidarme. Harry no me deja en ningún momento; pidió vacaciones.

—Dios mío —Zayn cubrió su rostro con sus manos y suspiró—. Dios mío, Louis —repitió.

—Ya lo sé —murmuró cabizbajo—, pero no sé cómo decirle que no se ilusione.

Zayn lo miró y se acercó a él para tomar sus manos entre las suyas. Louis suspiró y aceptó el toque de su amigo con dolor.

—Tú ya estás ilusionado —le susurró con pena. Louis asintió—, lo veo en tus ojos.

—Tengo miedo, Zayn —admitió—. Me levanto todas las mañanas con Harry hablándole a mi panza, y tengo miedo de que un día simplemente no esté.

Su amigo lo abrazó casi de la misma forma que Harry lo hacía en casa.

—Pensé que no querrías más bebés después de lo que pasó —dijo sobre su hombro. Louis cerró los ojos y lo abrazó con fuerza.

—No quería —admitió—, no estoy seguro de querer tenerlo.

—¿Y Harry?

—Harry dejó de tener su celo para que no sucediera —soltó una risita y se separó del abrazo para encogerse de hombros—, no funcionó, según sé.

Zayn rio y acarició su mejilla, teniendo el papel principal del mejor no hermano.

—Ser padre es magnífico, Louis —confesó, y el castaño pudo ver el brillo en sus ojos—, se siente... inexplicable.

—No quiero un bebé, Zayn.

—¡Mira quién te extraña! —Liam y Harry entraron entre risas a la cocina.

Louis se giró para ver a su alfa con Mia, la hija de Zayn y Liam que conservaba una linda sonrisa en sus pequeños labios. Tuvo que sonreír en grande cuando sintió que su corazón explotaba en su pecho.

—Mi bebé —Zayn cantó, alejándose y yendo hasta donde la pequeña permanecía. Harry con un bebé en brazos había sido la mejor imagen que había tenido en su cabeza.

—Louis —Liam llamó su atención riendo—, debo agradecerte por todo los regalos que le has dado a nuestra Mia. Ama demasiado su cuna.

—No es nada, Liam.

Sonrió y se permitió volver a ver a su alfa, que parecía un experto en cargar niños. Cuando lo descubrió observándolo, le guiñó un ojo y le dio la mejor sonrisa.

You & I | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora