Louis abrió sus ojos lentamente, sintiendo que había dormido una eternidad. Gimió sin darse cuenta y pasó su mano por encima de su vientre, sintiendo que todavía estaba en su lugar.
—¿Harry? —llamó con voz ahogada. Alguien apretó su mano con fuerza, enterándose en ese instante que alguien tenía sus labios pegados a sus nudillos.
—Aquí —dijo su alfa con fuerza, pese a estar a su lado. Sonrió y abrió los ojos con pereza.
—Siento... —jadeó y volvió a dejar ir un gemido leve—. Siento que he dormido por mil años.
Harry rio a su lado, apartándose casi nada de su mano. Y podía sentirlo en el aire, entrando por su nariz y haciéndolo sentir como en casa. Era como estar en su nido.
—Casi —susurró Harry.
—Alfa —el omega llamó cuando recordó que no estaba en su nido—, alfa.
—Estoy aquí, amor —respondió en voz baja—. Estoy a tu lado, mírame.
Louis giró su cabeza y vio a Harry con su cabello húmedo y con la misma sonrisa perezosa que tenía al estar en casa, rodeado solamente de sus olores.
Le fue inevitable no lanzarse a llorar. Harry rio otra vez antes de levantarse y abrazarlo, y Louis no dejó escapar la oportunidad de enredar sus manos al cuello de su alfa, volviendo a olerlo.
—Está bien —él dijo y besó su cuello—, no pasa nada, amor. Estoy aquí, ¿por qué lloras? Louis hipó y se apretó más a él, queriendo que su olor lo tranquilizara como en casa.
—¡¿Por qué no estamos en casa?! —chilló en su oído.
Harry se separó, besando su frente y después sus labios. Siguió callado hasta que volvió a estar sentado a lado de la camilla y tener sus dedos entrelazados.
—Porque... —Harry suspiró y sonrió, sacando esos hoyuelos que instantáneamente tranquilizaron a Louis—. Porque estamos esperando a que te den el alta, amor.
El omega negó y apretó los dedos del alfa con fuerza, bajando la mirada y viendo su panza, igual que antes de haber salido de casa.
—¿Y... Y el bebé? —preguntó con temor. Pero Harry se encogió de hombros con un rubor en sus mejillas—. ¿Está bien, alfa?
—Sí —Harry asintió, sacudiendo sus rizos y mojando a Louis en el proceso. Volvió a reír como un niño pequeño, haciendo que el corazón de Louis saltara en su pecho.
—¿Por qué estás sonriendo? —preguntó, pasando su mano por dejado de su ropa y sintiendo como su piel seguía estirada.
—¡Porque estoy feliz! —exclamó. Volvió a levantarse y dejó un enorme beso en la mejilla del
confundido omega, que se encogió cuando su piel se erizó. Harry volvió a su lugar en el mismo segundo que se levantó, sin dejar de lucir los agujeros en sus mejillas—. Estoy feliz porque me has hecho el alfa más feliz sobre la faz de la tierra y no tengo cómo agradecértelo —susurró.
Louis rio por fin y parpadeó cuando sintió que lloraría.
—¿Está todo bien? —volvió a preguntar con el mismo tono de voz de antes.
Harry asintió y llevó su mano al vientre de Louis, acariciándolo y suspirando como un enamorado.
—Vamos a tener gemelos —avisó en voz baja, contándolo como un enorme secreto que nadie más que ellos merecían escuchar.
Louis respondió abriendo sus ojos en grande, al igual que su boca.
—¿Q-Qué? —preguntó y miró con sorpresa a su alfa cuando él volvió a asentir—. ¿Es... Es en serio, Harry?
—Sí, amor —él confirmó—. Vamos a tener dos bebés.
—Están creciendo muy rápido, por cierto. —Un alfa desconocido le sonrió y a Louis le faltó poco para tirarse al regazo de Harry—. Todavía no están fuera de peligro, debo avisar... Pero les traigo buenas nuevas.
Harry apretó la mano delgada de Louis y besó sus dedos con cariño, mirándolo con amor cuando el omega miró con confusión a su alfa.
—¿Qué es? —La voz de Harry estaba ahogada, pero Louis aún sentía su alegría irradiando de él. El alfa doctor sonrió enorme y se encogió de hombros.
—El sangrado no es por hemorragia —aclaró. Louis pudo sentir su corazón siendo el nacimiento de la esperanza, las ganas de seguir adelante y de sonreír, tirar de las esquinas de sus labios y reír como Harry lo había hecho. Dos bebés—. Es solo un aviso de tu cuerpo a ti, Louis. Te está diciendo el incremento de tus hormonas y el aumento de tus síntomas.
—Amor —Harry lloró. Se giró y lo miró con hipidos siendo soltados sin vergüenza, pero con una hermosa sonrisa en sus labios como el cuadro perfecto jamás pintado—. Amor...
—Todavía debes quedarte. Te haremos más exámenes, te daremos algunas vitaminas y podrás ir a casa mañana. Acabas de despertar, debes estar algo aturdido, omega —Louis lo miró aún sin creérselo. Pero rio, asintió y llevó sus temblorosos dedos a su estómago hinchado por sus crías. Las de Harry y él—. Sin embargo, como dije anteriormente, sigues en estado de peligro pero no como antes. Ha bajado un cincuenta por ciento, diría yo.
—¿Son...? ¿Son gemelos? —preguntó, queriendo que nada sea un sueño. Y si así lo era, que el coma sea bienvenido a su vida mientras tuviera sueños tan hermosos.
Harry se inclinó a su cuello y lo olió con descaro, riendo levemente sobre su pálida piel.
—Sí —sonrió y miró a Harry con burla—. Un buen trabajo.
Louis bufó y hundió sus dedos en el cabello de Harry, quien gruñó agradecido.
—Antes de irme... Harry, no olvides lo que hablamos antes.
Harry se separó con sus hombros tensos y mirada baja. Ya no estaba la felicidad de antes, se había ido con el aire.
—¿Q-Qué? —le preguntó el omega a su alfa.
—Los dejo para que hablen.
El silencio reinó y todo fue tan rápido para Louis de repente. Pero los labios de Harry estaban allí, besando su mejilla para bajar su preocupación.
—¿Qué es lo que pasa, Harry?
El alfa de ojos verdes recorrió desde sus manos hasta el vientre de su omega, suspirando y subiendo la mirada con tristeza.
—Soy el peor alfa del mundo —susurró con seguridad—. Lo soy, Louis... Lo soy.
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You & I | Larry Stylinson
FanfictionBebé, había perdido el bebé de Harry... ¿Cómo se supone que le contaría aquello?