Max y Sergio eran dos niños inseparables desde que tenían 4 años cuando el mexicano se mudo al vecindario y se convirtieron en los mejores amigos. A medida que crecían, su amistad se fue transformando poco a poco en un amor profundo e inocente. Comp...
Al día siguiente, mientras se reunía con Charles y Lando, notó que ambos lo miraban de manera peculiar y comenzaban a lanzar unas cuantas bromas.
– ¿Y bien? – Charles comenzó a pestañear con una sonrisa coqueta hacia Max.
-–¿Y bien qué?
– no somos tontos, Max – Lando mordió su labio – vamos, suéltalo, somos nosotros.
– ¿De que hablan? – frunció el ceño confundido.
– ay por dios ¡Del aroma que tienes impregnado encima! – Charles lo señaló – naranja, lavanda y miel la escencia te delata que has estado con un omega, pilluelo.
– ¡Oye, amigo! ¿Así que anoche estabas con Kelly, eh? – dijo Lando, dándole un codazo juguetón.
– ¿Entonces es cierto? – Charles recargó su mejilla en su mano – creí que sería Checo a quien le metieras la bestia qué te cargas entre las piernas por primera vez.
Max se sonrojo.
– no hay nada con Kelly. Repito ¿De dónde sacaron eso?
– hay un rumor circulando de que tú y Kelly están saliendo juntos.
Negó con la cabeza de inmediato.
– no, eso no es cierto. ¿Quién está diciendo eso? – cuestionó, genuinamente sorprendido por esta información.
Lando se encogió de hombros.
– no lo sé, pero hay algunos comentarios dando vueltas. Supusimos que era verdad, considerando que te vimos con ella en la fogata anoche.
- miren, no sé de dónde han sacado esa idea, pero Kelly y yo no estamos saliendo. Simplemente nos encontramos anoche y charlamos, nada más - aclaró.
– bueno, si tú lo dices – dijo Charles con una sonrisa traviesa.
Decidió no entrar en más detalles sobre lo que realmente había ocurrido anoche. Prefería mantener esa parte de su vida personal fuera de los chismes y rumores que parecían circular... Por el momento.
– entonces... ¿Que les parece un paseo en moto acústica?
– suena bien, necesito refrescarme.
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Cuando llegaron al lago, sus ojos de inmediato se posaron en una parte de la orilla, donde vio a Sergio recostado sobre una toalla, charlando animadamente con Nico, George y Mick. Carlos, Lewis y Lance se encontraban jugando fútbol con otros chicos.
Su corazón dio un vuelco al verlo. La imagen que se presentaba ante él era cautivadora. Sergio yacía allí, con su piel caramelo brillando bajo los rayos del sol. Su cabello húmedo negro revuelto y el traje de baño que llevaba realzaba su figura de una manera que me dejaba sin aliento. Usaba una camiseta negra adherida a su cintura.
