My Very First Love

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Parte V

Max es un alfa, seguro de sí mismo y acostumbrado al éxito. Sin embargo, cuando se trata de iniciar un cortejo, se da cuenta de que está en territorio desconocido. Aunque tiene experiencia ligando y saliendo con omegas, nunca antes se había interesado verdaderamente en una relación más seria.

– ¿Como comienzo un cortejo?

Sus amigos intercambian miradas cómplices y sonríen.

– ¿Apenas vas a empezar? – Lando alzó sus cejas – creí que ya lo estabas haciendo. Se la pasan juntos y sus miradas parecen iluminar las noches cuando se ven.

Max se sonrojó. Charles murmuró un bajo “awww”

– no aún no.

– en serio te tiene atrapado – Charles sonrió con felicidad – el gran león holandes ha sido domado.

– sí, lo sé, es raro en mí. Pero quiero hacer las cosas bien.

– sé atento y detallista. Envíale flores de vez en cuando, pregúntale cómo está, o sorpréndelo con algo pequeño que hayas notado que le gusta – Lando dió sus mismos consejos.

– mm, eso suena bien. ¿Y cómo hago para que se dé cuenta de que quiero algo más serio?

– poco a poco, sin presionarlo. Deja que vea que realmente te interesas por él como persona, no solo por salir. Demuéstrale que eres paciente y que valoras su tiempo.

– como ya lo conoces de toda la vida podrás saltarse la parte de conocerse y eso – agregó el monegasco – invitalo a salir y dale a saber que es una cita. El campamento ya casi acaba así que puedes llevarlo a un bonito restaurante.

– pero comienza con detalles – Lando miró a su alrededor – hay muchas flores lindas en el bosque.

– recuerdo haber escuchado qué le encantaron unas blancas que vimos ayer. Investigare mas.

– ¡Maxie! – Kelly se acerca a Max y se lanza a sus brazos de forma coqueta.

– fuera de aquí – Charles hace un gesto – estamos ocupados.

– escuché que hablaban de un cortejo. ¿Acaso era yo de quien estaban hablando?

– no, Kelly. No eras tú de quien hablábamos.

– ¿Ah no? Pero si yo soy la única mujer aquí. ¿O acaso Charles también es el afortunado? – ríe con sarcasmo.

– no, Kelly. La persona de la que hablamos es alguien más. Así que, por favor, si nos disculpas, tenemos que seguir con nuestra conversación – pidió Lando menos brusco que Charles.

– ¿Alguien más? Pero si yo soy la mejor opción para Maxie. ¿O es que acaso no soy lo suficientemente buena para él? – se cruza de brazos.

– mira, te agradecemos tu interés, pero Max ya tiene sus ojos puestos en otra persona mucho mejor que alguien xenofobica. Creo que es mejor que lo dejes en paz y busques a alguien más.

– asi que vete, no molestes, tu presencia me enferma – Charles le lanzó un trozo de pan.

– ¿Es Sergio, verdad? ¿Es él la persona por la que están planeando un cortejo? – los miró molesta – ¿Es ese sucio mexicano?

– que te importa.

– ¡Vamos, díganme! ¿Es Sergio? Por dios ese mocoso de seguro ni está interesado en ti ¡Se odian! Además está con ese niño rico

– me estás molestando.

– ¡Cállate Charles! – gruñó – ¡Él ni siquiera es omega! ¿Qué tal sí es un alfa? Max – lo miró –  no va a poder atenderte como mereces ¿Qué te puede dar ese maldito pobre? Yo te puedo dar-